VITORIA - Luis Rioja se estrenó como goleador en Primera División la pasada jornada frente al Barcelona. Un gol que, por diversos motivos, fue muy especial para el centrocampista del Deportivo Alavés, como él mismo desvela en una reciente entrevista concedida a la Revista Panenka. En ella, Rioja se sincera sobre su estancia en Vitoria, su pasado en el Real Madrid y sus días como camarero en su pueblo sevillano natal, Las Cabezas de San Juan.
Sobre el gol ante el Barça, en el que supo anticipar el error de Neto y presionar al guardameta, Rioja apunta en la entrevista que la dedicatoria del tanto, señalando al cielo, fue para su prima, "que falleció hace una semana y media con tan solo 23 añitos". "Siento que desde el cielo me ayudó a la hora de encarar el partido", asegura el extremo, quien reconoce que "en lo personal terminé muy contento, y llevo dos días disfrutando mucho".
"Fue una sensación increíble. Inolvidable", reconoce Rioja, para el que, además, su estreno como goleador "llegó en un momento muy oportuno, tanto en el aspecto meramente deportivo, porque venía de varios partidos sin contar mucho, como, sobre todo, en el personal".
Durante la entrevista, el futbolista albiazul asegura sentirse "bastante contento" en Vitoria, pese a la distancia con su pueblo natal. "Es una ciudad bonita, acogedora, y la gente ayuda mucho al equipo y nos transmite fuerza, tranquilidad", explica sobre su estancia en la capital alavesa.
Sobre sus inicios, el jugador de 27 años, forjado en el equipo de su localidad primero, el Club Deportivo Cabecense, y en el Real Madrid después, sostiene que él, realmente, no ha surgido "de ninguna cantera". "Yo no era futbolista. Yo era camarero. Trabajé durante cuatro años como camarero en el Bar Conejo, un bar del pueblo, y luego jugaba en el Club Deportivo Cabecense, el equipo de mi pueblo. Y ganaba mucho más como camarero de lo que ganaba como futbolista", rememora.
"Cuando empecé a trabajar en el bar recuerdo que había dos horarios, y que yo siempre intentaba coger el que era de las 5:00 de las mañana a las 3:00 de la tarde, aproximadamente, porque era el que mejor me iba, para poder descansar un poco por la tarde y llegar bien, medianamente bien, al entreno. Había días mejores y días peores, todo dependía de la gente que venía al bar y de las horas que tenía que estar de pie, pero había épocas que cuando llegaba la noche caía rendido", recuerda.
Tal vez por eso, porque no olvida su pasado, Luis Rioja asegura que "nunca se me ha subido nada a la cabeza". "Siempre he sido una persona fría en ese aspecto, con los pies siempre en la tierra, pero cuando veo que me quejo demasiado de algo o que me pienso que soy quien sabe qué siempre pienso lo mismo. En mi etapa de camarero. En los días en los que entraba a trabajar a las 5:00 de la mañana. En mi padre. En mi hermano, que trabaja muchas más horas y no tiene las facilidades de las que a día de hoy puedo disfrutara yo. Uno nunca puede ni debe olvidar de donde viene", subraya.
Cuestionado sobre su paso del equipo de su pueblo al Real Madrid C, Rioja sostiene que el cambio "fue un sufrimiento, porque yo no había salido del pueblo en mi vida". "Había salido 15 kilómetros a la redonda como máximo. Y cuando me fui ahí, a la ciudad, lo pasé muy mal, sobre todo en las primeras semanas. Después, con el tiempo, ya vas viendo que ir de un sitio a otro es lo normal en mundo del fútbol, y que es algo inevitable y, a la vez, útil para que tú te curtas y crezcas como futbolista y, sobre todo, como persona", incide antes de apuntar que su ídolo futbolístico "siempre fue Joaquín".
"Es increíble que teniendo 27 años me pueda enfrentar a mi ídolo de cuando tenía diez. Es algo único, muy bonito, que deja claro el jugador que es y que ha sido, y lo disfruto mucho. Sigue siendo mi ídolo, y cuando, el año pasado, pude enfrentarme a él por primera vez, cumplí un sueño", concluye.