- Por pronto que parezca y aunque solo se hayan consumido dos jornadas ligueras, los primeros síntomas de nerviosismo ya se han apoderado de un Deportivo Alavés que no ha sido capaz de sumar nada en positivo todavía por culpa de fallos defensivos groseros que han sido penalizados con la pérdida de absolutamente todos los puntos que se han puesto en juego, aunque por merecimientos el equipo ha dado de sobra para sumar. Cierto es que las temporadas son muy largas y que tiempo para la reacción casi siempre existe, pero no menos evidente es aquello de que empezar con una tendencia negativa no es para nada beneficioso pensando en el largo plazo. Y si bien El Glorioso no ha ofrecido una versión tan mala como sus dos derrotas reflejan, lo cierto es que el deporte profesional vive de resultados y no de sensaciones. Por ello, esta tarde ante el Getafe el equipo de Pablo Machín tratará de buscar una vuelta de hoja, para la que es fundamental no volver a cometer equivocaciones de calado mayor que, como ha quedado claro, conducen directamente a la catástrofe.
Las ideas novedosas requieren de tiempo para que empiecen a arrojar resultados positivos, pero, lo más importante, precisan de buenos resultados para que se confíe en ellas. Con un trabajo de pretemporada escaso en el primer aspecto y un arranque de curso malo en el segundo, no se puede decir que Machín haya empezado su andadura como albiazul con buen pie. Eso sí, en este sentido no se puede obviar, de ninguna manera, que al técnico soriano no le han dotado de un mínimo de recursos en forma de incorporaciones para el desarrollo de su idea. Cuestión que tiene enervado a un amplio sector del alavesismo, dicho sea de paso, porque la inacción del club en este sentido está empezando a resultar ciertamente peligrosa.
Quizá por esta falta de piezas específicas para aplicar su idea, el preparador de Gómara renunció en el descanso del último partido contra el Granada al plan táctico que lleva desarrollando desde hace años y que tiene como base invariable un esquema con tres centrales. Una decisión de marcha atrás inaudita, pues es de los que siempre habían preferido morir respetando sus ideales. No fue así en la visita a Los Cármenes, donde tras el descanso retomó el más clásico 4-4-2 y una de las incógnitas a desvelar de cara al encuentro de hoy es si Machín regresa a sus orígenes o si, por el contrario, la renuncia se convierte en algo más que una decisión puntual porque considera que no tiene argumentos para jugar a lo que de verdad pretende.
En todo caso, con un dibujo u otro la necesidad más evidente es no cometer de nuevo errores defensivos de calibre mayor. En la jornada inaugural, al Betis se le contuvo con bastante solvencia hasta que en el último minuto un despiste colectivo en un saque de esquina condujo al gol de Tello; ante el Granada, los fallos fueron de mayor calado aún y en mayor cantidad, como pasó en los tantos de Soldado y Machís que provocaron que la diana de Joselu no sirviese de nada.
Todos los argumentos serán necesarios ante un siempre sólido Getafe, contra los que los partidos se convierten en auténticas batallas.