- No ha sido históricamente el Deportivo Alavés un club caracterizado por apostar por la cantera, pero en los últimos años el deseo de los mandatarios unido al dinero que ha entrado en grandes cantidades y con regularidad han permitido que el club haya dado un giro a esa política anterior. Los resultados del trabajo que comenzó Mikel González y al que ahora está dando continuidad Óscar Garro comienzan a ser palpables en forma de jóvenes valores que consiguen alcanzar el primer equipo e incluso asentarse. Referencias muy visuales que, apoyadas en una labor silenciosa que se desarrolla en el día a día, han propiciado que las etiquetas del pasado se hayan modificado y que en el mundo del fútbol se empiece a reconocer al Glorioso como un club que cuida su fútbol base. Y, como señaló ayer el director de la cantera, propicia que las llamadas que se realizan para tratar de incorporar jóvenes talentos sean en estos momentos bien acogidas.
"Estamos contentos con la percepción que, a nivel de fútbol base, se está teniendo del Alavés tanto en España como en el extranjero. Construir ese camino no es fácil y se tarda mucho tiempo en que la gente confíe. Los hechos empiezan a dar consistencia. Ahora se empieza a ver una estructura profesional, la residencia, desarrollo del jugador... Y que los jugadores aparecen en el primer equipo. Ese es el hecho contrastado de que se trabaja para algo. Ahora mismo estamos en disposición de poder llamar a la puerta de cualquier jugador para que pueda venir con nosotros. Luego podremos llegar o no, pero toda la gente nos abre las puertas porque escuchan que el trabajo es positivo. Cuando me reúno con familias o jugadores para invitarles a este proyecto, lo ven con ojos de ilusión, sobre todo por la manera en la que se está desarrollando el trabajo para de formación. Y eso nos está permitiendo competir con grandes academias, no en el aspecto económico, pero sí en el proyecto deportivo", señaló Garro.
En el Alavés no se descarta ningún mercado; todo lo contrario, precisamente el principal reto es llegar antes que nadie a las zonas más desconocidas. "Nuestro objetivo es intentar llegar antes, ser los primeros, y el club está poniendo especial énfasis en una red de captación a nivel nacional e internacional. No se trata de ser ojeadores del talento, porque eso se ve fácil, sino intentar verlo proyectado a tres o cuatro años. Hay que ser originales y buscar donde no están las miras de otros clubes. Y apostar y arriesgar, siendo conscientes de que te puedes equivocar", continuó.
Y más que implantar un estilo de juego, lo que se pretende en el fútbol base alavesista es que los jugadores se desarrollen en el plano deportivo y emocional, que comprendan cómo afrontar cada situación e interpretar lo que sucede a su alrededor. "El objetivo es formar jugadores para el fútbol profesional y acelerar su camino hacia ese destino en contextos de dificultad. Un jugador que se cuestiona las cosas, que conozca el juego y comprenda el juego. Creemos en ese modelo educativo de comprensión, no solo preparamos jugadores sino personas para la vida. Hemos generado jóvenes a los que les damos todo hecho y cuando les llegan dificultades no saben afrontarlas. Solo llega uno de cada 100.000. Tenemos que prepararlos para la vida y que superen su frustración, no pongan excusas, trabajen en la responsabilidad, compromiso, respeto... Valores. El fútbol es una herramienta para desarrollar personas, sin olvidar que tenemos que hacer jugadores y que no van a llegar todos", concluyó Óscar Garro.
"Hay que ser originales e intentar llegar antes a donde no ha ido nadie; apostar y arriesgar"
Director de fútbol base del Alavés
"Cuando me reúno con las familias para invitarles a este proyecto, lo ven con ojos de ilusión"