La difícil gestión del futuro
El Alavés cuenta con 31 futbolistas con contrato de cara a la próxima temporada
- Si el mundo del fútbol español mira al horizonte más cercano con la esperanza de que la temporada se pueda finiquitar para que el agujero económico que ya ha abierto el coronavirus no se ensanche todavía más, el futuro a medio plazo se contempla con la resignación de quien sabe que va a tener que gestionar una crisis de una magnitud que todavía está por verificarse. Precisamente, de que la actual campaña toque a su fin y de que la próxima pueda arrancar respetando las retransmisiones televisivas dependerá en gran parte la planificación de unos clubes que tienen por delante una papeleta complicada. No en vano, la recesión conllevará apretarse el cinturón. Gastar dinero en traspasos quedará fuera del rango de actuación de muchos clubes, los nuevos sueldos sufrirán una merma considerable y habrá quien proponga revisar las condiciones salariales de aquellos futbolistas que cuenten con vinculaciones multianuales, al tiempo que las canteras ganarán peso de nuevo. Afecciones que le serán propias también a un Deportivo Alavés que, de partida y dando por hecha la permanencia en Primera División que aún está por certificar, ya tiene sobre la mesa el problema de contar con 31 futbolistas con contrato en vigor en el primer equipo de cara al curso venidero.
La elevada cifra es la herencia de una gestión que en algunos aspectos poco tiene que ver con la dirección deportiva y que ya supuso un quebradero de cabeza importante el pasado verano, cuando era imposible colocar en el mercado en condiciones favorables al importante puñado de futbolistas que no entraban en los planes de Asier Garitano. La ventaja para el Alavés es que cuenta ya con una base sólida y de fiabilidad contrastada, el problema, al margen del que puede marcar el condicionante económico, viene por la obligación de soltar lastre en un mercado muy poco propicio.
De la actual plantilla, con la renovación automática de Manu García son dieciocho los futbolistas que tienen contrato en vigor para la siguiente campaña. En circunstancias normales, al margen del capitán, tienen su continuidad asegurada los Fernando Pacheco, Martin Aguirregabiria, Ximo Navarro, Víctor Laguardia, Rodrigo Ely, Rubén Duarte, Tomás Pina, Pere Pons, Edgar Méndez, Luis Rioja, Lucas Pérez y Joselu, siempre y cuando no llegue una oferta de esas que se pueden considerar irrechazables. Los nombres de los posibles protagonistas no escapan a nadie, ya que, además, se trata de los jugadores con unos sueldos más elevados y que podrían convertirse en un problema para la economía del club si el presupuesto baja mucho.
El valor de los jóvenes A estos trece fijos salvo imprevistos cabría añadir la situación de los tres jóvenes (Tachi, Ismael Gutiérrez y Borja Sainz) que en estos momentos están en dinámica de la primera plantilla con licencia del filial. En otras circunstancias, se podrían buscar soluciones para su crecimiento, pero sus reducidos salarios les convierten en piezas muy apetecibles para completar las distintas líneas. Y a ellos se les añadirá un Javi López con quien el salto al primer equipo está contractualmente pactado para la campaña venidera. Con el joven lateral izquierdo, la plantilla tendría diecisiete piezas.
Con contrato en vigor pero sin sitio en el equipo se encuentran Adrián Marín y Rafa Navarro, aún con una temporada más de contrato por delante cuando acabe la actual. El murciano ha sido intrascendente en sus dos años en el club y el caso del sevillano es una herencia de la abrupta salida del Sochaux, pero tampoco resultará sencillo encontrarles acomodo sin perder unos cuantos euros por el camino.
Si complicadas se prevén esas gestiones, las referentes a la pléyade de cedidos que el Alavés tiene por España y Europa es todavía mucho más compleja. No en vano, el único que tiene un sitio fijo en el próximo proyecto -si no llega una oferta para su traspaso, ya que la siguiente es su última campaña de contrato- es un Ermedin Demirovic que ha explotado en el St. Gallen suizo. El bosnio, en su cuarto año en el club, tiene que ser importante ya y se piensa en él como tercer delantero, con lo que la plantilla ascendería a dieciocho licencias.
El problema de los cedidos La resolución de la temporada en España es muy importante desde el punto de vista albiazul, más allá de la visión propia, por las condiciones que ha suscrito en algunos préstamos. Por ejemplo, los de Antonio Sivera (Almería) y Burgui (Zaragoza). Si sus equipos consiguen el ascenso a Primera, tanto el guardameta como el mediapunta serían automáticamente traspasados. El primero, por una cantidad muy reseñable; mientras que el segundo supondría un ingreso bastante más modesto, pero liberaría una ficha de peso. Sivera supone un condicionante por su condición de guardameta suplente y de su futuro dependerá la necesidad de fichar o no -la opción de Roberto está en la recámara serían ya diecinueve fichas-, mientras que si Burgui se queda se convertiría en un nuevo inconveniente a resolver porque no cuenta.
Eso sí, el problema de mayor calibre en este sentido lo representa un John Guidetti para el que la continuidad en Hannover 96 según el actual contrato de préstamo es inviable y que cuenta con un salario que lo convierte en difícilmente colocable -ya lo era en situación de normalidad- a su vuelta a Vitoria. La clave en este sentido vuelve a ser perder lo menos posible. Más optimismo existe con Patrick Twumasi (Gaziantep), ya que su buen rendimiento en Turquía puede deparar alguna oferta y su coste económico tampoco es excesivamente elevado.
Después se encuentra el grupo de los jóvenes, de entre los que alguno podría encontrar acomodo final en Mendizorroza dependiendo de las circunstancias, que de ser normales les cerrarían de par en par las puertas del vestuario del Paseo de Cervantes. Adrián Diéguez (Alcorcón), Saúl García (Rayo Vallecano), Javi Muñoz (Tenerife), Anderson Emanuel (Fuenlabrada) y Ramón Miérez (Tenerife) no han destacado excesivamente en Segunda esta temporada -por proyección, el delantero argentino es quien más opciones tendría de vestir de albiazul-, mientras que mejores sensaciones ha dejado Olivier Verdon (KAS Eupen) en su andadura en Bélgica. Mención aparte merece un Jeando Fuchs -como Verdon, herencia de la gestión en el Sochaux- cuyo futuro profesional está en el aire desde que abandonase Israel el pasado mes de enero sin dar explicaciones a nadie y a la espera aún de medidas disciplinarias severas. Para el club sería interesante conseguir algún rendimiento económico por estos jugadores, que, en todo caso, no deberían ser excesivamente complicados de colocar en el mercado.
Control del Gobierno. Según ha desvelado el diario deportivo As, los clubes que se han acogido a expedientes de regulación temporal de empleo, entre ellos el Deportivo Alavés, serán especialmente controlados por el Gobierno tras haberse acogido a las ayudas públicas que dicha fórmula legal supone para pagar parte de los salarios de los trabajadores. Aunque el próximo mercado no se prevé excesivamente movido, desde los Ministerios de Trabajo y Hacienda se controlarán, según dicha información de As, los movimientos en forma de fichajes que realicen todas aquellas entidades deportivas que se han acogido al ERTE. Además, del Alavés, en Primera División el resto de clubes, hasta siete aparte de los albiazules, que han optado por esta medida en alguna de sus variables -algunos han metido a todos sus trabajadores, futbolistas incluidos, y otros solo a una parte- son Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Espanyol, Granada y Osasuna.