- Deportivo Alavés y Saski Baskonia fueron de las primeras sociedades anónimas deportivas en solicitar un expediente de regulación temporal de empleo para sus trabajadores -el trámite lo realizaron el pasado 27 de marzo- y dicha herramienta legal ya se encuentra a pleno funcionamiento en ambas entidades. Es más, la realidad determina que se encuentra vigente, pese a que el visto bueno por parte del Ministerio de Trabajo se ha conocido en las últimas horas, desde que fue decretado el estado de alarma en el que se mantiene el país desde mediados del pasado mes. Una cuestión que no resulta baladí, pues su aplicación desde entonces supone un desahogo considerable para las arcas de ambas entidades en un momento en el que los ingresos se encuentran bajo mínimos. No en vano, ya van para cuatro las semanas en las que la actividad se encuentra prácticamente detenida en todas las esferas y al menos quedan otras dos más completas por delante, cuando la actual situación se revise el próximo 26 de abril.
Por el momento, durante estas seis semanas Alavés y Baskonia no tendrán que hacer frente al monto total del principal desembolso que ambas empresas tienen, que es el asociado a sus trabajadores. Principalmente en este caso, los deportistas profesionales. Para todos ellos, ya sean jugadores de fútbol o baloncesto, la reducción de jornada y sueldo alcanza el 70 %. A todos ellos, también a los técnicos y a la mayoría de los empleados de los distintos departamentos de las dos entidades -solo tiene una medida un poco menos restrictiva, la mitad del salario, un grupo muy limitado de trabajadores-, se les habrá de abonar durante este mes y medio algo menos de un tercio de sus emolumentos. A ellos cabe añadir la suspensión completa de aquellas personas cuya actividad va directamente ligada a los partidos -en este sentido, se han visto afectados los trabajadores de la empresa asociada Onalan, que ha entrado en el ERTE de la misma manera que la Fundación 5+11-, que se unen a los empleados de Baskonia Kirol Hiria, en esa misma situación desde el pasado 18 de marzo por el cierre de la instalación.
En total, el Grupo Alavés-Baskonia se ahorrará durante el periodo que dure el estado de alarma la mayor parte del sueldo, incluso la totalidad en algunos casos, de los 872 trabajadores del conglomerado en un momento de grave crisis por la reducción de los ingresos a la mínima expresión por la ausencia de competición.
En todo caso, esta medida excepcional directamente asociada al estado de alarma, el ERTE se ha solicitado por causa de fuerza mayor, tiene una duración limitada. A partir del momento en que se decrete la vuelta a cierta normalidad, llegará de nuevo la incertidumbre. Y es que las competiciones están lejos de poder reanudarse. Y eso en el caso de que algún deporte pueda regresar a la actividad en un plazo lógico de tiempo. Los clubes ya saben que, pase lo que pase, las pérdidas están aseguradas aún en el caso de que pueda volverse a jugar. El objetivo es que el daño sea el mínimo posible, pero al amenaza de la anulación de las temporadas sigue estando en el horizonte, lo que podría conllevar agujeros económicos enormes para todos los equipos.