Vitoria - El rendimiento del Deportivo Alavés a lo largo de la presente temporada presenta un gran contraste entre los enfrentamientos que se han producido contra los equipos que se sitúan en la nómina de sus rivales directos por la permanencia y aquellos que se encuentran en un escalafón superior y cuyas trayectorias hacen prever que no van a pasar apuro alguno en la carrera por la permanencia, entre ellos los grandes con sus aspiraciones de títulos o los notables que pretenden hacerse con un hueco en Europa. Decimocuarto en la tabla, la principal parte de la cosecha de veintisiete puntos que aparece en el casillero albiazul han llegado contra oponentes que se encuentran por debajo del cuadro vitoriano, que no ha conseguido ganar a ninguno de sus antecesores en la tabla con la única excepción del Levante, al que se ha impuesto en sus dos duelos. Eso sí, la igualdad con los granotas es patente, ya que el equipo valenciano es justo el que antecede al Glorioso en la clasificación con solo dos puntos de renta a su favor. Por ello, ante el Athletic el Alavés se impondrá una vez más el reto de ganar a un oponente superior.
Tampoco es que la diferencia con los bilbaínos sea mayúscula, solo de cuatro puntos, pero esa distancia en la clasificación se ha convertido en un obstáculo prácticamente insalvable para los albiazules, que se han mostrado incapaces en toda la temporada de imponerse a alguno de esos rivales con vitola de pelear por Europa. La excepción ya señalada del Levante es la única que se ha producido, por partida doble además, hasta la fecha, aunque tampoco el cuadro valenciano es uno de esos aspirantes a colarse entre los mejores. Como tampoco se puede englobar en ese lote a Granada u Osasuna, que también se encuentran por delante del Glorioso en la clasificación y a los que tampoco se pudo superar en la primera vuelta.
De los veintisiete puntos que los pupilos de Garitano han sumado hasta la fecha, hasta diecisiete han llegado ante los seis equipos que se encuentran por debajo de ellos en la clasificación. Es más, la derrota ante el Mallorca del pasado sábado es el único error de calibre mayor que los vitorianos han cometido. No en vano, han logrado seis puntos en sus dos duelos con el Eibar, tres ante Eibar y Valladolid en Mendizorroza, otro más ante Leganés y Celta también en el estadio del Paseo de Cervantes y otros tres, aunque de seis posibles, ante el cuadro bermellón, con triunfo local y derrota visitante.
La eficacia ante estos rivales que están protagonizando una actuación esta temporada peor que la propia es la que permite al conjunto alavesista, con los seis valiosos puntos ante el Levante, conservar todavía una situación de cierta tranquilidad. Y es que su rendimiento ante los aspirantes a la zona noble y los que ocupan esas posiciones de privilegio ha sido bastante pobre, sin haber sumado al haber ni una sola victoria en estos enfrentamientos.
Los empates en la primera vuelta en el desplazamiento a Getafe y en Mendizorroza ante Atlético de Madrid y Betis -el cuadro verdiblanco, dicho sea de paso, también se encuentra bastante lejos de Europa, por mucho que se mantenga todavía como su aspiración tal y como lo era cuando arrancó el curso- y la igualada cosechada en este segundo giro al calendario en la visita al Sevilla componen los cuatro puntos que el Alavés ha cosechado esta temporada ante los equipos de la zona notable. Un bagaje escaso y que de mantenerse va a obligar a superar a varios rivales directos en los duelos que vienen por delante, todos ellos además a domicilio.
Un rival en crisis El Glorioso tratará de aprovechar el momento de crisis liguera que está atravesando el Athletic, que acumula ya nueve jornadas consecutivas sin ganar -no lo hace desde el 1 de diciembre- y tres derrotas seguidas en sus últimos encuentros. La vorágine copera ha consumido a los rojiblancos en la competición de la regularidad, pues Gaizka Garitano ha puesto sobre el tapete sus mejores piezas en los duelos al K. O. en busca de la final de dicho torneo, con el lógico cansancio que ha pesado en la liga, con una bajada clara del rendimiento y jugadores guardando descanso los fines de semana, lo que ha hecho una mella considerable en una plantilla a la que no le sobran piezas efectivas que marquen las diferencias. Para desgracia para los intereses albiazules, la Copa descansa esta semana por el regreso de las competiciones europeas, pero el conjunto bilbaíno tiene a la vuelta de la esquina su segundo duelo contra el Granada que definirá uno de los finalistas de Sevilla. En todo caso, el Alavés tratará de aprovechar el derbi del domingo para romper esa tendencia negativa que arrastra ante los rivales que se encuentran mejor posicionados en la tabla.