El Deportivo Alavés se llevó los tres puntos ante el Eibar (2-1) en el partido que inauguró la jornada 23 en la Liga Santander gracias a los goles de Lucas Pérez, que celebró su vuelta con un tanto decisivo, y de Oliver Burke, que permiten a los babazorros coger distancia con los puestos de descenso.
El equipo de Asier Garitano fue de menos a más, aunque terminó sufriendo por el gol tardío de Orellana. El chileno se encontró un balón en la frontal del área y batió a Pacheco después de que Magallán desviase el cuero. El 2-1 inquietó a un Alavés que, salvo el susto final, supo imponer su eficacia en la segunda mitad.
Los vitorianos no estuvieron finos en la primera parte y el Eibar mereció mejor suerte, sin embargo, un solo chut de Pedro León fue todo el bagaje del cuadro armero en Mendizorroza. El Alavés no sufrió en exceso sin la posesión y esperó al segundo acto para hincar el diente a su rival. A los 15 segundos de la reaunadación llegó el gol local.
Lucas Pérez, que regresó tras lesión, se aprovechó de una pérdida de la zaga eibarresa para marcar el 0-1. Joselu, su mejor socio, fue el asistente del ariete gallego, que ya suma nueve goles en esta temporada. El gol desató a los de casa con un fútbol atractivo y vertical. Cinco minutos después estuvo a punto de llegar el segundo.
Laguardia remató con la mano en un rechace, pero el árbitro no necesitó el VAR para apreciar la infracción. Los babazorros siguieron de la misma manera y no cejaron en su empeño de ampliar la cuenta. El premio fue para Burke en una buena jugada de Aleix Vidal por el costado izquierdo. Joselu dejó pasar la pelota y el escocés remachó al fondo de las mallas.
El final del partido parecía cómodo para el Alavés, pero ese gol de Orellana complicó los minutos finales para los pupilos de Garitano. Sin embargo, el Alavés resistió con entereza y alcanza los 27 puntos, nueve por encima del descenso y tres más que su víctima este viernes, que suma cuatro partidos consecutivos sin conocer la victoria.