Vitoria - La estancia de Edgar Méndez en el Deportivo Alavés fue corta, pues solo duró una temporada completa, pero es difícil encontrar casos más fructíferos para el club que el que tuvo al tinerfeño como protagonista. Máximo goleador global de la campaña 2016-17 con ocho dianas, en el imaginario albiazul quedará para siempre el tanto que le endosó al Celta en las semifinales coperas para alcanzar la primera final en la historia del club en esta competición. Y, tras haber destacado sobre el césped, al final de dicho curso hizo las maletas para emprender la aventura mexicana con un Cruz Azul que desembolsó cinco millones de euros -cuatro fueron directamente a las arcas vitorianas, mientras que otro lo percibió el Granada, de donde había salido un verano antes con la carta de libertad a cambio de un 20 % de un futuro traspaso- por su fichaje. Un éxito en toda regla con camino de retorno dos años y medio después en un mercado invernal en el que El Glorioso ha recuperado un puñal que puede actuar como extremo en cualquiera de las dos bandas, donde el equipo estaba bastante limitado hasta el momento por el bajo rendimiento de la mayoría de las piezas que actúan en las bandas de ataque.
"Desde que salió siempre nos mostró el deseo de volver y para nosotros su vuelta ha sido una cuestión siempre prioritaria. Creemos que nunca debió salir del Alavés, pero en aquel momento creía que tenía que vivir otras experiencias, que creo que le han hecho mejorar. Ahora tiene un mayor conocimiento y más experiencia. Nos va aportar profundidad, desequilibrio y gol desde segunda línea. Vamos a poder mejorar en esa faceta, jugando en cualquiera de los dos perfiles. No podíamos dejar pasar esta oportunidad", señaló el director deportivo alavesista, Sergio Fernández.
Edgar ha realizado el viaje en el sentido inverso al verano de 2017, cuando abandonó Mendizorroza tras una sola campaña en Vitoria para aceptar una importante oferta del Cruz Azul, histórico club en el que fue pieza relevante al principio para perder peso en los últimos meses antes de decidir regresar a la competición española. Y asumido desde hace tiempo ese retorno, el tinerfeño aseguró ayer que volver a la capital alavesa siempre fue para él, como para el propio club, una opción prioritaria por los buenos recuerdos de su etapa anterior.
"La experiencia en el Cruz Azul ha sido espectacular porque viví muchas cosas positivas. Llegaba el momento de cerrar un ciclo en México y yo tenía claro que quería regresar al Alavés. Siempre tuve en mente volver porque en este club y en esa ciudad fui muy feliz. Donde uno se encuentra bien es adonde quiere volver. Aquí viví el mejor momento de mi carrera porque levantar a toda una ciudad por un gol que te lleva a una final no tiene precio. Además conozco a muchos compañeros y así no me siento como si fuese nuevo dentro del vestuario", dijo el tinerfeño.
A juicio del propio Edgar, el transcurso de estos dos años y medio en México le ha aportado un mayor poso como futbolista a nivel de experiencia, aunque sobre el césped considera que sus virtudes continúan siendo las mismas que tanto le llevaron a destacar en su primera etapa en Mendizorroza: "Puedo darle un poco más de velocidad al juego y profundizar en las llegadas y, además, bastante trabajo. Estoy en un buen momento, he ganado experiencia al haber probado en otra competición en la que he vivido buenos y malos momentos".