vitoria - Después de la contundente derrota encajada hace dos jornadas en el derbi ante la Real Sociedad, Asier Garitano sorprendió a propios y extraños justificando parte de lo que estaba ocurriendo en este arranque de la temporada por que el Deportivo Alavés se estaba viendo obligado a llevar a cabo cosas de pretemporada” cuando ya había puntos en juego. Pues bien, aunque la imagen de la escuadra albiazul ha mejorado significativamente desde entonces, lo cierto es que todavía se encuentra lejos de haber adquirido una identidad reconocible y que le permita competir con garantías.
Un objetivo que sin duda está tratando de alcanzar a marchas forzadas el preparador guipuzcoano y para el que ha encontrado en estos momentos un valioso aliado. Y es que el parón que vive la Liga como consecuencia de los compromisos internacionales de las diferentes selecciones -el segundo desde que se inició el curso- concede al Glorioso un tiempo muy útil para tratar de afinar al máximo su maquinaria.
Con dos semanas por delante sin compromisos oficiales hasta que el Celta visite Mendizorroza el próximo día 20, Garitano debe encontrar la fórmula para fortalecer los cimientos de la idea sobre la que quiere que gire su Deportivo Alavés. Para empezar, recuperar una solidez defensiva que en las comparecencias más recientes parece haberse extraviado y, sobe todo, la construcción de un fútbol ofensivo que permita al equipo generar peligro para sus oponentes.
Teniendo en cuenta que el regreso a la actividad se producirá ante en rival directo (al menos en estos momentos) que precede a los albiazules en la tabla con un punto más (nueve) que estos en su casillero, resulta evidente que El Glorioso no puede permitirse volver a ofrecer una imagen tan desangelada como, por ejemplo, la que le llevó a ser derrotado de manera consecutiva en los derbis ante Athletic y Real.
Claro que Garitano tendrá que aprovechar también este tiempo para tratar de buscar soluciones a las previsibles ausencias de Tomás Pina y Rodrigo Ely, de los que ayer se confirmaron sus lesiones musculares en el bíceps femoral de la pierna derecha y el cuádriceps de la izquierda respectivamente.