Vitoria - A lo largo de su dilatada trayectoria al frente del Baskonia primero y desde hace algunos años también del Deportivo Alavés, Josean Querejeta ha ofrecido sobradas muestras de su capacidad para explorar horizontes que se antojaban inalcanzables y embarcarse en ambiciosas apuestas que provocarían temblores en otros menos osados. El último ejemplo de ello es el proyecto de reforma del estadio de Mendizorroza que se ha convertido en el eje principal del trabajo de la entidad a medio y largo plazo. Una obra que, en el contexto del fútbol moderno actual, viene bastante más motivada por el deseo de incrementar el volumen de negocio que por la necesidad real a nivel deportivo.
Un argumento que ratifican las palabras del director general del Grupo Baskonia-Alavés y vicepresidente albiazul Haritz Querejeta al portal económico especializado en el ámbito deportivo Palco23. En la amplia entrevista concedida a esta página web, el ejecutivo desvela algunos de los detalles del proyecto que manejan los actuales rectores del Glorioso. Entre ellos, el beneficio que estiman obtener gracias a las posibilidades que brinde el nuevo recinto. “Calculamos que la reforma de Mendizorroza podría aportar entre ocho millones y doce millones de euros anuales extra”, calcula.
Claro que para poder acceder a esa inyección económica adicional -contando con que finalmente se cumplan los planes previstos-, el club todavía deberá recorrer un largo camino previo. Porque aunque el acuerdo institucional para acometer esta costosa obra -en la que el Alavés aportaría 33 millones de euros, la Diputación ocho y el Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno Vasco siete cada uno- está teóricamente cerrado, el pistoletazo de salida oficial a los trabajos aún se encuentra lejos de producirse. De esta manera, el nuevo estadio del Paseo de Cervantes no podrá ser una realidad antes de cinco años.
Durante ese tiempo se simultanearán las obras con la actividad deportiva habitual completando el proceso en diferentes fases hasta llegar a las 27.000 localidades del nuevo recinto, que en la actualidad no pasa de las 20.000. Pero el esfuerzo no se centrará únicamente en aumentar la capacidad, sino que también buscará dotarlo de las condiciones necesarias para poder generar un mayor volumen de negocio. “Va a ser la mayor inversión que realizaremos en nuestra historia, pero también nos va a generar oportunidades que hoy no podemos capturar, además de calidad y modernidad para poder competir. Pasaremos de los cincuenta palcos VIP actuales a 94 y crearemos dos filas más de asientos de este tipo”, explica Querejeta. Además, el plan prevé habilitar salas específicas en el interior del estadio en las que poder realizar diferentes actividades pero, sobre todo, una nueva zona terciaria de 6.000 metros cuadrados. “Será un espacio en el que el club y sus empresas asociadas puedan estar más vinculadas a socios y aficionados”, detalla el director general del grupo.
Posible ampliación a 31.000 Cuando todo este proyecto apenas es todavía un boceto sobre el papel, en el seno de la entidad albiazul ya se está pensando en el siguiente paso y, en este sentido, Haritz Querejeta desvela un extremo hasta ahora desconocido. Y es que los rectores del Glorioso ni mucho menos renuncian a la posibilidad de seguir creciendo. Así, cuentan ya con el proyecto para aumentar hasta 31.000 plazas el aforo del coliseo albiazul. “Debe ser un crecimiento acompasado al del club y el proyecto hace que no tengamos que modificar nada; solo fasear los trabajos”, detalla el vicepresidente del Glorioso.
Por último, el directivo traza la hoja de ruta por la que discurrirá el futuro de la ya casi centenaria entidad. “La internacionalización va a ser clave, así como contar con unas instalaciones de cantera y un estadio de primer nivel, porque es donde transcurre el espectáculo. Esto, sin olvidar la importancia de tener un fuerte arraigo en la sociedad, porque internacionalizarse sin tener una fuerte implantación social donde desarrollas tu actividad es muy complicado”, reflexiona.