Bilbao - Ibai Gómez no está contento. Regresó el pasado mes de enero a Bilbao tras rehabilitarse como futbolista en Vitoria, pero los minutos no han llegado en la cantidad que esperaba. Pese a ello, los golpes de la vida le han servido para madurar y tiene confianza en revertir la situación actual a base de trabajo.

Encara su primer derbi contra el Alavés desde su regreso al Athletic, ya que el de la segunda vuelta del pasado curso no lo pudo disputar por lesión, ¿cómo lo afronta?

-Es un partido especial. El Alavés se ha convertido en un equipo que llevo en el corazón, pero, obviamente, como cuando estaba en Vitoria defendía al Alavés al máximo, ahora me toca defender al Athletic. La pasada temporada no pude jugar y ahora estoy con muchas ganas.

Se han cumplido ya ocho meses desde su retorno al Athletic, ¿cómo ha sido la vuelta a casa?

-Volver al club donde has querido estar toda tu vida siempre es bueno, aunque, obviamente, un profesional no puede estar contento cuando no disfruta de los minutos que le gustaría jugar. En lo colectivo nos está yendo muy bien y cada día trabajo para estar en el once cada fin de semana y así voy a seguir.

Ha remarcado en varias ocasiones que su etapa en Vitoria le sirvió para evolucionar como futbolista, pero también como persona.

-El paso por Vitoria me ha hecho crecer en todos los sentidos, en lo personal y en lo profesional. He estado dos años y medio jugando todos los fines de semana, he sentido un cariño especial por parte de la afición y del club, fui aita por primera vez... He vuelto con mucha más experiencia, con mayor bagaje y con muchos momentos especiales vividos.

¿Necesitaba ese paréntesis?

-Sin duda. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida ha sido ir al Alavés. Les voy a estar siempre agradecido por todo lo que me dieron. La vida va de tomar decisiones y volver a estar en casa también ha sido una buena decisión.

Acababa contrato este verano, pero adelantó su marcha del Alavés a enero. ¿Por qué?

-Son situaciones que se dan. Tenía que decidir si quedarme en Vitoria hasta final de temporada, renovar, irme a otro equipo o fichar por el Athletic. Al final, cuando viene el equipo de tu vida, que nunca he ocultado cuál es, cuanto antes tomas esa decisión, mejor. Era complicado porque el Alavés estaba en puestos europeos y el Athletic en un momento difícil, pero tenía claro que era lo acertado.

Mucha gente piensa que podía haber esperado al final de la temporada, ya con la carta de libertad.

-Me hace gracia la gente que piensa que vine por dinero. Si hubiese venido a final de temporada...

Más dinero para usted.

-Seguramente el dinero que se hubiese ahorrado el Athletic en el traspaso lo podía haber recibido yo. No fue por dinero, está claro. Tomé la decisión con el corazón.

¿Se sintió empujado por el Alavés a que fuese en enero con un traspaso y no en junio gratis?

-No voy a hablar de ese tipo de cosas. Todo lo que tengo para el Alavés es agradecimiento. Hacia el dueño, hacia el presidente, hacia Sergio Fernández, hacia la afición... Todo es agradecimiento.

¿Se planteó renovar?

-Sin ninguna duda. Le puedes preguntar a ellos. Al final de la temporada anterior, toqué yo la puerta para renovar con el Alavés. Luego la situación cambió y la decisión fue diferente, pero durante mucho tiempo tuve en mente renovar.

Con eso que dice, ¿sintió que no era importante para el Alavés?

-Bueno... Yo sentía que el Alavés quería que renovase, pero entiendo que el club tendría otras prioridades y la situación no salió como esperaba. Pero no en mal sentido, entiendo que había otras prioridades y que había que tener calma. Luego cambiaron las cosas y sucedió lo que sucedió.

Para el Alavés su traspaso fue un buen negocio: usted podía haber agotado su contrato e irse gratis en junio, pero yéndose en enero ingresó un traspaso importante.

-Fue otra razón por la que decidí irme en enero. Era una forma de agradecer, en cierto modo, lo que me había dado el Alavés. En el campo intenté dar siempre lo mejor de mí y pensé que a nivel económico mi salida le iba a venir bien al club.

¿Qué dejó en Vitoria?

-Muchos amigos, pero, sobre todo, algo que no sé ni cómo explicar. Para mí la afición del Alavés supone algo muy especial, me ha ayudado en todo momento y no sé cómo agradecer todo ese apoyo. El ambiente que viví durante esas dos temporadas y media fue excepcional.

Siempre se habla de la fuerza del vestuario del Athletic, ¿qué tiene de diferente con el del Alavés?

-El Alavés en estos momentos cuenta con el vínculo entre Mendizorroza y la plantilla, que marca muchas diferencias; mientras, en el Athletic se está intentando recuperar el triángulo San Mamés-plantilla-club, que era muy importante.

Hablando del tema de la afición, el Athletic pretende implantar una grada de animación y han empezado a surgir desavenencias por las modificaciones que va a conllevar para algunos socios.

-Todo lo que sea bueno para el club, tenemos que estar lo más unidos posibles. Es obvio que del antiguo San Mamés al nuevo se produjo un cambio en el ambiente y la ilusión que tengo es recuperar esa unidad entre el club, la plantilla y la afición. Es algo muy importante que el club siempre ha tenido. A nivel personal, me siento un afortunado porque soy muy querido tanto por la afición del Alavés como por la del Athletic.

La nueva directiva del Athletic ha decidido sumarse al precio único de 25 euros para los aficionados visitantes en los derbis. Otra decisión polémica porque no a todos los socios le ha gustado.

-Estoy muy a favor de los ambientes sanos de los derbis y eso es muy importante conservarlo, ya que no en todos los sitios son como aquí. Todas las decisiones que vayan en esa dirección las considero positivas.

El nuevo equipo directivo fue el cambio más relevante desde su marcha a su regreso y ahora el Athletic es un club en plena ebullición en todos sus frentes.

-Están cambiando muchas cosas. Nosotros lo que tenemos que hacer es estar completamente comprometidos con lo que hay. Antes lo estábamos con Josu Urrutia y ahora lo estamos con Aitor Elizegi. A nivel de vestuario, aquí cambian muy poco las caras y el regreso ha sido muy fácil.

En ese sentido, usted conoce lo que es un club de fútbol como el Athletic y también una sociedad anónima deportiva como el Alavés. ¿Hay grandes diferencias?

-Hay clubes en el que los socios no tienen ninguna relevancia, pero en el caso del Alavés la afición tiene una importancia muy destacada y eso es algo que el club sabe y también la sociedad conoce la importancia del Alavés en la ciudad.

¿Cómo ve el proyecto del Alavés?

-Sergio Fernández cada temporada consigue buenas plantillas. Personalmente, me hubiese gustado que esas plantillas se mantuviesen durante más tiempo sin tantos cambios de entrenador y de jugadores, porque siempre es complicado. Pero dentro de las posibilidades del Alavés, está haciendo grandes cosas y deseo que hagan un gran año.

En el plano personal deportivo, tras dos temporadas y media de titular indiscutible en el Alavés regresa al Athletic y los minutos se encarecen muchísimo.

-Hay una competencia muy alta y jugar es complicado. En ese sentido no puedo estar contento, ni mucho menos. Vengo de jugar dos temporadas y media de continuo cada fin de semana y eso es lo que quiero. Trabajo para ello y no tengo ninguna duda de que lo voy a conseguir. No entra dentro de mi mentalidad conformarme con ir convocado o jugar minutos sueltos. Y menos ahora.

Tras ese periplo en Vitoria sin problemas físicos, vuelve al Athletic y a las primeras de cambio...

-Las dos lesiones son incontrolables. Una fue un esguince de tobillo en un salto; la otra, un golpe en el gemelo con un edema interno. No han sido problemas musculares. Estoy seguro de que no los voy a tener porque estoy muy preparado. Fue mala suerte.

Las lesiones musculares fueron muy preocupantes para usted. Cambió hábitos de vida, buscó especialistas, se cuida al máximo... Se ha convertido en un referente.

-Me gusta hablar de ello y la gente me lo agradece. A mí, cuando en su día pasé por ello, me gustaría haber tenido a alguien que me contase sus experiencias. Mi prioridad es la salud, porque viví un caso de melanoma de un lunar que me quitaron en la espalda. Y de la salud llega el rendimiento. Llevo cuatro años sin prácticamente ninguna lesión muscular y sin fallar a un entrenamiento por molestias de ese tipo y para mí eso ha sido un cambio de vida.

La evolución en cuestiones como la preparación física, los cuidados médicos o la alimentación ha sido espectacular en los últimos años. Usted al Alavés le ayudó mucho a la hora de potenciarlos.

-Yo en el Alavés he intentado ayudar al máximo. En el campo, en el vestuario y al club. Siempre quise hacer lo mejor, desde el primer minuto que llegué. Me considero una persona con bastante sentido de pertenencia e intento estar completamente volcado en ello. Nos debemos al club y hay que asumir el rol que te va tocando. No es solo estar a disposición del entrenador, también hay que estar a disposición del club.

Consiguió instaurar la paleontodieta entre muchos compañeros.

-Mucha gente preguntaba, probaba y se daba cuenta de que es un buen método de salud.

¿Qué tal va el restaurante que puso en marcha con Marcos Llorente?

-Muy bien y muy contentos. Ahora empiezan nuevos retos dentro de la empresa que hemos creado. Vamos a empezar a crecer porque todo ha ido muy bien y estamos muy agradecidos a toda la gente que nos ha acompañado en el proyecto.

En lo deportivo, un gran arranque de temporada que viene a dar continuidad a los buenos resultados desde que llegó Gaizka Garitano.

-Somos un equipo ordenado, con las ideas muy claras. En el fútbol, el orden te da muchos puntos y lo estamos consiguiendo. Garitano tiene una idea muy clara que luego se está reflejando en el césped. Nos sentimos arropados e identificados con la afición y la afición también con nosotros. Somos un equipo trabajador e intenso y eso en San Mamés gusta mucho. A nivel ofensivo vamos a ir dando pasos hacia adelante y creo que, con la ilusión que hay, vamos a hacer un gran año.

Por su filosofía, el Athletic tiene dificultades para fichar, pero desde abajo se aprieta mucho. Y el que llega desde Lezama lo hace para quedarse. No existen las dudas de otros equipos con los jóvenes.

-Siempre ha sido y va a seguir siendo así. Cuando se va un jugador importante siempre parece que vamos a tener problemas, pero al final siempre acaba apareciendo un joven que lo hace igual o mejor. Estamos tranquilos porque se trabaja muy bien. Mira cuántos años de historia y casi siempre con buenos resultados.

En su etapa en el Alavés, ¿cómo venía a este derbi?

-Con respeto, pero con mucha ilusión. Y así van a venir. Yo trataba de controlar mucho en el sentido de la extramotivación porque consideraba que ir muy excitados podía ser un error. No sé cómo lo controlará Manu García esta semana, pero hablo con él y sé que tiene muchas ganas porque el partido le motiva. Con Asier Garitano, son un equipo muy ordenado, trabajado desde la defensa. Preveo pocos goles.

Los precedentes de estas tres temporadas dicen que el Alavés, pese a no ganar, ha planteado muy bien las visitas a San Mamés.

-Sabemos lo complicado que va a ser. Veo una gran igualdad. Trabajan muy bien defensivamente, son un equipo ordenado y, como nosotros, también van a mejorar ofensivamente. Creo que van a hacer una gran temporada.