Vitoria - Arrancar una nueva temporada siempre resulta complejo y la incertidumbre es todavía mayor cuando al mismo tiempo se inicia un nuevo proyecto deportivo, con muchas caras nuevas y, además, sin cerrar por las vicisitudes del mercado. Tras una fase de preparación veraniega más centrada en el trabajo callado en los entrenamientos que en el rendimiento en los amistosos, el Deportivo Alavés se ha cargado de tranquilidad en el arranque del nuevo curso al sumar cinco puntos en los tres primeros partidos, en los que ha conseguido mantenerse invicto al acumular una victoria y dos empates ante tres rivales como Levante, Espanyol y Getafe que en la parrilla de salida de Primera División presentan el mismo objetivo prioritario que los albiazules, mantener la categoría. Los resultados han sido positivos, de la misma manera que comprobar que el equipo tiene interiorizado ya un estilo, el de Asier Garitano, que entronca a la perfección con la historia reciente del club y que prima la efectividad sobre el efectismo. Con un solo gol encajado, los dos únicos que ha sumado el cuadro vitoriano -ambos, además, obra de Joselu- le han servido para situarse en la zona media-alta de la clasificación a la llegada del primer parón de la competición. Es evidente que todavía le queda mucho trabajo por delante y hay muchos aspectos en los que la mejora es obligatoria, pero, al menos, El Glorioso puede trabajar durante las dos próximas semanas -el siguiente compromiso oficial, contra el Sevilla, es el domingo 15 de septiembre- con la tranquilidad que aporta no verse en el grupo de cola a las primeras de cambio.
Al final lo que cuentan son los puntos y el Alavés se ha mostrado como un bloque sólido y eficaz. Garitano ha asentado su proyecto, como todo el mundo esperaba, en la solidez defensiva y el equipo ha respondido de maravilla en los tres primeros partidos. Si en la jornada inicial el Levante generó un par de ocasiones claras que salvó Fernando Pacheco, en el segundo encuentro el Espanyol apenas encontró resquicios, mientras que en el último el Getafe también tuvo serios problemas para encontrar el camino hacia la portería vitoriana y su gol, el único recibido hasta la fecha, fue más producto de un error en la salida de balón que de un fallo defensivo.
Vista la configuración del equipo y las ideas del entrenador, tan previsible era ver una versión fiable en defensa como dudosa en la ofensiva y así ha sido. Los argumentos que ha manejado el preparador de Bergara han sido bastante escasos al no estar la plantilla cerrada en la parcela ofensiva y, además, en los primeros tramos de cada partido el técnico alavesista ha primado claramente la destrucción sobre la creación. Los dos goles de Joselu responden a la perfección a facetas que este equipo tendrá que dominar si quiere ser fiable en ataque, ya que su primera diana llegó en una acción de estrategia y la segunda como consecuencia del desplazamiento en largo y la pelea en las segundas jugadas. Como curiosidad, el equipo vitoriano se quedó sin marcar precisamente en el encuentro en el que más ocasiones claras dispuso, ante el Espanyol, ya que los tantos del gallego frente a Levante y Getafe vinieron a culminar las que prácticamente fueron las únicas acciones de peligro evidente en dichos partidos.
Los cinco puntos cosechados en el arranque del nuevo curso suponen una importante inyección de confianza y zanjan en riesgo de arrancar a contrapié. Ya hay proyectos que se están tambaleando cuando la competición no ha hecho más que echar a andar y esas dudas resultan muy negativas a futuro. No obstante, en el seno del vestuario alavesista todos son conscientes de que todavía no se ha hecho nada. Las dos semanas que vienen por delante hasta el próximo duelo contra el Sevilla suponen el particular epílogo de la pretemporada y serán las primeras sesiones en las que el equipo podrá trabajar al completo, ya con todas sus caras nuevas. De cara a la vuelta a la competición, los argumentos que podrá manejar Garitano serán ya los definitivos y cabe esperar una cierta mejoría en los aspectos que han fallado, principalmente el ataque. Eso sí, los cimientos del curso ya han sido asentados y esa fiabilidad defensiva de los tres primeros partidos se presenta como el factor clave a largo plazo.