Vitoria - Si el cierre del nuevo proyecto del Deportivo Alavés ya estaba resultando de por sí bastante complicado, la salida de Guillermo Maripán al Mónaco, confirmada ayer por el club, va a propiciar que el cierre del mercado se vuelva aún más complejo. El límite salarial impuesto por LaLiga es el gran quebradero de cabeza en las oficinas de Mendizorroza, pues el club se encuentra muy cerca de alcanzarlo, y el extraordinario ingreso de 18 millones de euros que se espera -Josean Querejeta en primera persona se encarga de la operación, a la que le quedan pequeños detalles para acabar de cerrarse- no significa que directamente el techo de gasto de la entidad alavesista se incremente en dicha cifra, una cuestión que tiene que conducir a un análisis conciso de las decisiones a tomar hasta el cierre del zoco veraniego el 2 de septiembre.
Desde la dirección deportiva se lleva tiempo trabajando en esas dos piezas ofensivas (un extremo y un mediapunta) que se consideran necesarias para cerrar la plantilla, pero la marcha de Maripán abre una nueva vía de trabajo en la planificación. La opción de la lógica señala a la necesidad de contratar un nuevo central para suplir al chileno, pero las limitaciones existentes podrían conducir a una solución interna con más galones para Tachi -los técnicos están muy contentos con el trabajo del madrileño y confían en su crecimiento a medio plazo- acompañando a Víctor Laguardia, Rodrigo Ely y Ximo Navarro y la opción de que finalmente Olivier Verdon se quede en la capital alavesa en vez de salir a préstamo.
Esta segunda alternativa permitiría acometer con mayor margen las dos contrataciones que quedan pendientes para reforzar la vanguardia y que van a exigir desembolsos económicos importantes. Los problemas que se está encontrando el club para encontrar acomodo a sus descartes (Dani Torres, Rafa Navarro, Saúl García, Jeando Fuchs, Nando García o el ya citado Verdon) se han convertido en un serio obstáculo para afrontar esos movimientos para potenciar el ataque al encontrarse bloqueada una partida económica muy importante, pero la marcha de Maripán alivia un poco esa situación y permite ganar cierto margen de tesorería.
Eso sí, el Alavés no podrá destinar todo el dinero que recaude por el traspaso del defensa al Mónaco para invertirlo en su nueva plantilla. El control económico de LaLiga obliga a que parte de la cantidad se destine a amortizar el gasto realizado en su contratación que no se hubiese computado hasta la fecha -el futbolista se encontraba en la mitad de su contratos de cuatro temporadas- y el resto del montante se prorratea en varios años, con lo que el techo salarial se incrementa sensiblemente durante varias temporadas y no se puede gastar todo de una tacada. Así, una vez se solicite la ampliación del límite actual -que Sergio Fernández cifró aproximadamente en 38 millones de euros-, se espera contar con un margen de alrededor de tres millones de euros superior al actual, al que se podrá añadir también el salario que dejará de percibir el defensa chileno, que se encontraba en la zona media de la escala de sueldos de la plantilla, para acometer los últimos fichajes. - B. Mallo