Vitoria - Tras una temporada muy complicada, el Deportivo Alavés B se encuentra a las puertas de cumplir el objetivo que lleva persiguiendo en los últimos años, el ascenso a Segunda División B, la categoría en la que militan la inmensa mayoría de los filiales de los principales clubes del fútbol estatal. Se trata de una meta que la entidad del Paseo de Cervantes lleva persiguiendo desde que se materializase el retorno del primer equipo a la máxima categoría y que quedó frustrada en las dos temporadas precedentes. Tras haber librado las eliminatorias ante Compostela y Escobedo, el cuadro albiazul buscará esta tarde (19.30 horas, Aragón Televisión) en Tarazona un buen resultado que le permita regresar a la división de bronce, en la que militó durante siete temporadas consecutivas (de la 1999-00 a la 2005-06) y a la que ahora tratará de regresar tras trece años de ausencia.

El equipo vitoriano no consiguió renta alguna favorable en el duelo de ida disputado el pasado domingo en Ibaia, una cuestión que sí había logrado anteriormente ante Compostela y Escobedo, pero el empate a cero de dicho encuentro no supone una situación de desventaja de partida. Y es que el hecho de no haber encajado gol como local siempre resulta una cuestión positiva, ya que un posible tanto esta tarde en tierras aragonesas tendría un valor añadido que obligaría al Tarazona a ganar si quiere ascender.

Así, a los turiasonenses solo les vale la victoria, mientras que a los pupilos de Iñaki Alonso les sirve tanto ganar como cualquier igualada con goles. Y, a buen seguro, con ese factor tratarán de jugar los albiazules en un duelo que se presume mucho más abierto que el que dio inicio a la eliminatoria, donde ambos contendientes evitaron los riesgos y expusieron muy poco en un encuentro en el que sobraron dedos de una mano para contar las ocasiones generadas en total por parte de los dos equipos.

Actuando como local, parece claro que será el Tarazona, que firmó un buen arranque en Ibaia para diluirse después con las variantes tácticas de Iñaki Alonso, quien tenga que dar un paso adelante en busca de la victoria y de eso tratará de sacar partido un Alavés que ya ha evidenciado tanto en Santiago de Compostela como en Escobedo de Camargo que no se arruga cuando actúa como visitante. Tanto en el estadio Vero Boquete como en el Eusebio Arce consiguieron los albiazules marcar al menos un gol y repetir ese hito esta tarde supondría dar un paso de gigante hacia el ascenso a Segunda B.

Más allá de las cuestiones futbolísticas, dos aspectos a tener en cuenta son los condicionantes externos. Por una parte, el encuentro se disputa sobre hierba artificial, una superficie a la que el filial albiazul no está acostumbrado y a la que tendrá que adaptarse. Pero más importante todavía, y en este caso para los dos contendientes, será la gestión del calor que se espera a la hora del partido. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, a la hora del inicio del encuentro la temperatura rondará los 35 grados y no bajará por debajo de los 30 durante el transcurso del encuentro. Un problema añadido en la carrera del Alavés por poner a su filial entre los mejores.