Vitoria - A expensas de lo que ocurra con el último equipo que ascienda a Primera División a través del play off, los banquillos de la máxima categoría ya están completamente definidos para la próxima temporada. Y, en este sentido, el verano ha resultado bastante tranquilo, con solo cuatro cambios de inquilino entre los, por el momento, diecinueve componentes de la élite. Entre ellos, el Deportivo Alavés, que con Asier Garitano estrenará nuevo responsable deportivo, lo mismo que sucederá con Julen Lopetegui en el Sevilla, Joan Francesc Ferrer Rubi en el Betis y David Gallego en el Espanyol. El resto de los clubes han decidido mantener los técnicos con los que finalizaron la pasada campaña, que como de costumbre fue bastante movida en el baile con multitud de cambios, tanto en la zona noble como en la baja.

En el caso del Alavés, el relevo ha venido marcado por la decisión de Abelardo de poner punto final a su etapa en el banquillo de Mendizorroza, lo que cerró un período de cierta estabilidad al permanecer el asturiano durante más de una temporada y media en un asiento que no se caracteriza por su estabilidad en el tiempo. No en vano, con la única excepción del extraño caso que representa Chuchi Cos y su entrar y salir del equipo durante el mandato de Dmitry Piterman, El Pitu es el entrenador que más partidos del club ha dirigido desde la gloriosa etapa de Mané.

En su búsqueda para encontrar un relevo, desde las oficinas del Paseo de Cervantes se tomó la decisión de huir de experimentos de riesgo que se acometió anteriormente, primero con Luis Zubeldía y, en menor medida, de seguido con Gianni De Biasi. Una situación que la última campaña tuvo al Celta como protagonista, entregándole la responsabilidad primero a Antonio Mohamed y después a Miguel Cardoso antes de encomendarse a Fran Escribá. Hechos que evidencias que la experiencia es un factor importante en Primera División y ahí la figura de Asier Garitano, que con en el Leganés ya ha demostrado poder hacerlo bien en otro club humilde y que bajo su mando fue subiendo escalones poco a poco, encajaba a la perfección con los ideales de la dirección deportiva.

Esta apuesta del Alavés ha sido compartida también por Sevilla y Betis, ya que tanto Lopetegui como Rubi ya conocen perfectamente la máxima categoría. El único que rompe la tendencia es el Espanyol con el debutante Gallego, aunque el técnico barcelonés llega procedente de la cantera perica en una vía de apostar por lo de casa que se está convirtiendo también en tendencia habitual en los últimos tiempos. Ahí están los ejemplos del Athletic (Gaizka Garitano), Real Sociedad (Imanol Alguacil), Villarreal (Javi Calleja) o Levante (Paco López) que refrendan esa tendencia.

Junto a Gallego, por el momento el otro debutante en los banquillos de Primera será el técnico que ha conducido el regreso del Granada a la élite, Diego Martínez. Todo hace prever que habrá un tercer estreno, ya que a la única plaza libre aspiran tres clubes como Albacete, Mallorca y Deportivo de La Coruña cuyos técnicos -Luis Miguel Ramis, Vicente Moreno y Josep Lluís Martí, respectivamente- no han alcanzado aún la élite, cosa que sí ha conseguido el preparador del Málaga (Víctor Sánchez del Amo).

El récord de permanencia lo ostentará de nuevo Diego Simeone, quien encara su noventa temporada al frente del Atlético de Madrid. Al argentino le sigue desde lejos un José Luis Mendilibar que arrancará su quinto curso en el Eibar. Y, a partir de ahí, el más veterano es José Bordalás, que comenzará su cuarta campaña en el Getafe.

De manera mayoritaria, también han conseguido estabilidad los técnicos que condujeron sus respectivos clubes tras la destitución de la primera -o de la segunda, en algunos casos- apuesta. El Sevilla, que de nuevo renuncia a la solución de emergencia que por segunda campaña consecutiva representó Joaquín Caparrós para suplir a Pablo Machín, es el único que escapa a dicha tendencia.

En Bilbao, se sigue apostando por Garitano, que resucitó al equipo tras la debacle de Eduardo Berizzo. Lo mismo ocurre en la Real Sociedad, quien confió, tras la etapa de Asier Garitano, de nuevo en Imanol, pero en esta ocasión para quedarse ya definitivamente. También sigue Zinedine Zidane tras las destituciones de Lopetegui y Santiago Solari en el Real Madrid o el ya citado Escribá tras salvar al Celta después de los desastres que protagonizaron Mohamed y Cardoso. Y para caso curioso, el de Calleja en el Villarreal, quien fue destituido y repuesto en la misma temporada y permanecerá al frente del Submarino Amarillo.