Vitoria - “El Alavés no llega a lo que piden por Calleri ni vendiendo la Plaza de la Virgen Blanca”. Con esta curiosa construcción, Sergio Fernández dejó claro el jueves que, en los parámetros actuales, para el club vitoriano es imposible cumplir con las exigencias económicas que el grupo propietario de los derechos del delantero argentino está solicitando a estas alturas del año por su traspaso. El conglomerado empresarial que tiene en propiedad el Club Maldonado uruguayo, que es el que ostenta los derechos federativos del futbolista, desea traspasar al jugador este mismo verano, pero el Alavés se ha encontrado con una exigencia de veinte millones de euros, una cantidad del todo inalcanzable para las arcas del Paseo de Cervantes.

En el acuerdo de cesión suscrito el pasado verano entre el Club Maldonado y El Glorioso no se recogió ninguna opción de compra pautada, pero sí que lo tenía el que un año antes firmó el club uruguayo con el Las Palmas. Entonces, el precio del traspaso del argentino ascendía a quince millones de euros y, tras su descenso, el cuadro canario no estaba capacitado para hacer frente a semejante desembolso. Dicha cifra se ha incrementado de manera significativa tras el buen rendimiento ofrecido por el delantero en Vitoria, lo que ha llevado a elevar la exigencia hasta los veinte millones de euros en los albores del mercado.

Hasta la fecha, el delantero bonaerense siempre ha actuado como cedido en sus distintos destinos desde que lo fichase el Club Maldonado procedente de Boca Juniors en enero de 2016. El grupo propietario de sus derechos invirtió entonces alrededor de once millones de euros en su contratación, una cantidad que ha ido recuperando parcialmente en algunos de los préstamos que ha realizado desde entonces. Por ejemplo, al Sao Paulo le cobró un millón de euros por la cesión, cifra que ascendió a los 4,4 millones cuando se fue al West Ham. En el caso del Alavés, al no haber alcanzado la decena de goles a lo largo de la temporada el club vitoriano no ha tenido que hacer frente a un sobrecoste.

Ahora los propietarios del Club Maldonado quieren cambiar la línea de trabajo que seguían y se centran en vender definitivamente a Calleri tras su buena temporada en la capital alavesa. El propio Sergio Fernández ha sido uno de los primeros en interesarse por el precio, pero esos veinte millones de euros de exigencia son una cifra prohibitiva. La cuestión en el caso alavesista es que el verano es muy largo y, de momento, no parece existir ningún club interesado en hacerse con el argentino a semejante precio, al que habría que añadir otro considerable desembolso en forma de sueldo. El director deportivo albiazul -que ya se ha cubierto las espaldas cerrando la contratación de un nueve de referencia como Joselu, con cláusulas temporales de escape para las dos partes en caso de contar con alguna alternativa mejor- se encuentra en situación de espera, aguardando si Calleri recibe ofertas o si el tiempo corre y su precio decrece o se pueden plantear alternativas a esa exigencia actual que es inasumible. - DNA