vitoria - Resulta innegable que las dificultades nunca son bienvenidas pero tambiés es cierto que hay ocasiones en las que quien las enfrenta está más preparado para librar esa batalla que en otros momentos. Algo que, desgraciadamente, no acompaña actualmente al Deportivo Alavés. El siempre caprichoso calendario le ha deparado para esta noche un examen complicado donde los haya ante el líder y virtual campeón Barcelona. Una prueba que coincide precisamente con el que sin duda es el momento más bajo desde que arrancó la temporada del cuadro albiazul.
Una preocupante coincidencia que, en cualquier caso, no queda más remedio que encarar tal como viene y hacer todo lo posible para tratar de revertir la situación. La parte positiva es que en una contienda de estas características el combinado del Paseo de Cervantes tiene muy poco que perder y, por el contrario, un gran botín al alcance de su mano. La lógica dicta que, sea cual sea la situación en la que lleguen ambos contendientes a sus citas, la victoria debe caer siempre del lado culé por lo que todo lo que consiga rascar el Alavés esta noche será un premio con el que prácticamente nadie contaba y de un notable valor añadido.
Claro que para poder aspirar a algo así lo primero que necesita la escuadra del Paseo de Cervantes es mejorar sensiblemente sus prestaciones respecto a las que ha mostrado en sus últimas comparecencias y reencontrarse con las señas de identidad que le han caracterizado durante la mayor parte del ejercicio. Con el depósito de gasolina al límite de la reserva, al Glorioso le ha sido imposible sumar victoria alguna en las cinco últimas jornadas pese a que en varias de esas citas todo se le había puesto de cara desde muy pronto. Esa sucesión de decepciones, además, ha provocado que el estado de ánimo general haya caído significativamente y pese a que las matemáticas todavía aseguran que el sueño europeo continúa siendo posible, las sensaciones transmiten todo lo contrario.
Por todo ello, la visita del Barcelona puede convertirse en la bisagra definitiva que decante la balanza en un sentido o en otro. Obtener un buen resultado ante un adversario de la entidad del que dirige el exalbiazul Ernesto Valverde supondría, evidentemente, un enorme refuerzo moral que ayudaría al Glorioso a suplir la evidente escasez de fuerzas e ideas que parece con una nueva recarga de ilusión. Por el contrario, si se cumple la lógica y el ya virtual campeón se lleva los tres puntos de Mendizorroza significaría con toda probabilidad el golpe de gracia definitivo a las esperanzas vitorianas de regresar a una competición continental por tercera vez en su casi centenaria historia.
Para aumentar todavía más la dificultad de la empresa, Abelardo tendrá que hacer frente al todopoderoso Barcelona con tres bajas importantes en sus filas. Porque a la ya conocida y de larga duración de Burgui se suman las de Maripán e Inui por sendos esguinces de tobillo y Calleri por sanción. Al menos, el asturiano recupera a Laguardia y Duarte, que se perdieron el duelo ante el Valladolid por acumulación de amonestaciones.
Con este panorama, el preparador no tendrá más remedio que modificar su alineación inicial habitual, pudiendo optar por reforzar el centro del campo para tratar de contener el juego de ataque blaugrana. Así, el once titular podría estar integrado por Pacheco, Martin, Laguardia, Ely, Duarte; Rolan, Manu García, Darko, Pina, Jony; y Guidetti.