En el estilo de juego que Abelardo ha implantado en el Deportivo Alavés, la prioridad absoluta en el plano defensivo es taponar el pasillo central mediante una acumulación de piernas en esa zona. Meterle mano al cuadro albiazul por esa franja del campo resulta muy complicado: ahí se juntan los centrales, el apoyo de los laterales y también el de los pivotes. Una suma que propicia que la frontal del área quede poblada por una maraña de piernas en la que es muy difícil penetrar. Pero, de la misma manera, de esa acumulación en una zona tan determinada surgen carencias en otras. Y, en este caso, las zonas más desguarnecidas son los laterales, que en las últimas jornadas se han convertido en parcelas de auténtico sufrimiento que los rivales han aprovechado para percutir y hacer mucho daño a la zaga albiazul. La soledad de Martin Aguirregabiria y Rubén Duarte, que tienen que cerrar por el centro y acudir a los costados y a los que en muchas ocasiones les fallan las ayudas de los extremos, se ha convertido en una amenaza grave.
El vitoriano era el que más había sufrido en el arranque del curso, cuando muchos goles de los oponentes llegaron por su parcela, pero el almeriense se ha sumado a ese padecimiento en las últimas jornadas. Simplemente, llega un momento en el que les resulta imposible llegar a tapar todos los huecos, sobre todo cuando carecen de las ayudas de dos extremos como Ibai Gómez y Jony que muchas veces no bajan a defender tan rápido como se incorporan al ataque.
La sensación que el Alavés transmite en las últimas jornadas es que está concediendo goles demasiado sencillos. Todo lo contrario que en el arranque del curso, cuando obligaba al rival a sudar tinta solo para generarle una ocasión. Y de los principales problemas radicados entonces en la banda derecha, se ha pasado ahora a sufrir también por el costado izquierdo.
Ejemplos hay unos cuantos en la negativa racha reciente. En el primer gol del Atlético de Madrid el pasado sábado, Arias se encontró con todo el carril a su disposición tras recibir un pase en diagonal de Lemar. Ni Jony acompañó la incorporación del lateral colombiano ni llegó uno de los tres mediocentros a hacer la cobertura ni Duarte fue capaz de llegar a tiempo para cerrar el hueco. El resultado: centro totalmente liberado y cómodo de Arias y remate en el área pequeña de Kalinic para el 1-0.
Una imagen muy similar a la que se vivió en el choque contra el Sevilla, cuando Promes y Sarabia se convirtieron en una pareja letal en la segunda parte. Tras mucho percutir sobre Duarte, muy solo en tareas defensivas sobre todo tras la salida del campo de Wakaso al no contar apenas con ayudas de Jony ni del trivote, el extremo madrileño se acabó encontrando vía libre en el pasillo para servir el centro que Ben Yedder convertiría en el 1-1.
Solución necesaria Los problemas para taponar la banda izquierda han sido muy evidentes en las últimas jornadas, pero con anterioridad el sufrimiento se había canalizado principalmente por la banda derecha, donde principalmente ha actuado Martin. El vitoriano sufrió con dos balones cruzados desde la izquierda a su espalda ante Villarreal y Leganés. Las internadas de los extremos -Pedraza y Silva, respectivamente- le pillaron desprevenido y estos devolvieron al centro para los goles de Gerard Moreno y En-Nesyri. Eso sí, el día que peor lo pasó fue ante el Levante, en un partido desastroso globalmente del cuadro albiazul. Las apariciones de Morales por su costado le amargaron la tarde y de esas internadas del extremo granota nacieron los goles de Jason y Toño.
Pero Martin no ha sido el único que ha sufrido en esa banda, que hasta hace poco parecía el único punto débil de la defensa. Carlos Vigaray tuvo que sufrir a Cucurella en el derbi en Eibar, cuando el lateral catalán rompió por el costado para servir a Jordán el 1-1 y en el duelo copero en Girona el 2-1 definitivo llegó cuando le desbordaron. Y también Ximo Navarro ha tenido sus complicaciones en esa parcela, como en el gol del Rayo Vallecano que comenzó con una situación de ventaja sobre el lateral.
El sistema de contención alavesista tiene en los laterales su talón de Aquiles, una debilidad que los rivales, además, parecen haber detectado con claridad. Urge buscar soluciones y, lo más importante, aplicarlas. Porque es evidente que en los vídeos y análisis de los partidos se pueden comprobar estos problemas. Un factor clave para por el incremento de apoyo de los extremos, una cuestión que se va diluyendo con el paso de los minutos y la acumulación de los esfuerzos. Tanto Jony como Ibai suelen acabar los partidos físicamente agotados y eso se nota, sobre todo, cuando les toca correr hacia atrás. También los mediocentros se antojan como piezas importantes, aunque su labor en los planes de Abelardo está mucho más destinada a taponar el centro, principalmente cuando se juega con doble pivote, que a asistir a los laterales.