vitoria - Más de tres lustros e infinidad de peripecias -algunas incluso estuvieron a punto de llevarlo hasta la desaparición- después, el Deportivo Alavés ha regresado al cielo de la Primera División. Por increíble que pueda parecer echando la vista atrás y observando el pasado reciente de la escuadra de Mendizorroza, lo cierto es que a la conclusión de la quinta jornada de la temporada 2018-19 El Glorioso ocupa el tercer puesto en solitario, disfrutando de uno de los pasaportes provisionales para disputar la próxima edición de la Liga de campeones. Algo que, en sus casi cien años de historia, ha sucedido en muy contadas ocasiones.

Para encontrar la más reciente, hay que remontarse a los albores del siglo XXI. En concreto al ejercicio 2001-02. Entonces, tras vencer en Anoeta a la Real Sociedad por dos goles a uno en el vigésimoprimer capítulo liguero (con tantos de Magno Mocelin y Jordi Cruyff para contrarrestar el del realista Kovacevic), el plantel que adiestraba José Manuel Esnal, Mané, se encaramó a la segunda plaza de la clasificación con 36 puntos en su casillero. Únicamente el Real Madrid de Zidane y compañía le superaba con 39. A partir de ese momento, el Alavés ya nunca más disfrutó de las mieles de la Champions e inició un lento pero inexorable descenso hasta los más profundos infiernos. La campaña concluyó con su segunda clasificación para disputar la Copa de la UEFA tras ser séptimo pero, apenas un año después, se consumó el descenso a Segunda División.

Ahora, de la mano de Abelardo, el equipo vitoriano ha vuelto a tocar el cielo con la punta de los dedos. Tras conseguir resucitar a un grupo que parecía muerto el pasado ejercicio, en esta temporada el técnico asturiano parece decidido a romper todas las barreras. Y es que tras la previsible derrota encajada en el debut liguero en el Camp Nou, el conjunto del Paseo de Cervantes se ha disparado hacia el éxito. El último capítulo de esta explosión fue la contundente victoria del pasado sábado en Vallecas (1-5) que situó unos mágicos diez puntos en el casillero albiazul.

Una puntuación que le permite disfrutar del tercer puesto en solitario, por detrás únicamente de Barcelona y Real Madrid. Bien es verdad que la Liga solo ha dado sus primeros pasitos pero no lo es menos que todo el camino recorrido ya por El Glorioso supone un tranquilizador colchón para cuando las cosas no vengan tan rodadas.

En este sentido los dos próximos compromisos de esta semana, ante otros dos teóricos rivales directos por conseguir la permanencia como son Getafe y Levante, pueden suponer otro gran empujón para el conjunto vitoriano en caso de mantener su actual racha positiva. Lo que nadie le quitará ya, eso sí, es la ilusión de haberse reencontrado con una plaza de Champions.