Vitoria - El Barcelona no es la mejor referencia con la que medir el rendimiento del Alavés, ya que su presupuesto y jugadores están a años luz de los gasteiztarras. Sin embargo, no haber disparado entre los tres palos en el primer encuentro de la temporada dice mucho de las deficiencias albiazules en este momento. Abelardo dispuso en el campo un equipo con músculo, sólido en defensa y que aguantó 63 minutos sin encajar un gol contra los azulgranas. Sin embargo, los babazorros perdían el balón nada más recuperarlo y veían cómo Ibai, Jony y Sobrino siempre estaban en inferioridad contra los cuatro defensas rivales. Es difícil hacer gol a este Alavés, pero si no los marca es imposible sumar de tres en tres.

La lesión de Rodrigo Ely es ahora mismo la menor de las preocupaciones para el Glorioso. Maripán suplió bien al italobrasileño y el Pitu cuenta con un central experimentado como Ximo Navarro en el banquillo. Además, tanto Duarte como Vigaray podrían colocarse en el centro de la zaga en caso de necesidad. Sin embargo, al Alavés le falta dinamita arriba. Sobrino no logró incomodar a la defensa blaugrana y Bastón no apareció. Por otro lado, Abelardo alineó a todos sus centrocampistas disponibles en un trivote y ninguno de ellos logró crear juego. Dani Torres dio varios pases defectuosos que le pudieron costar un gol en contra al Alavés, mientras que Wakaso y Manu García se limitaron a defender y robar balones.

Se podría tachar a Abelardo de conservador, pero la realidad es que no contó con piezas para proponer un juego más vistoso. El cuadro vitoriano echó en falta la figura de Tomás Pina, tocado por un pinchazo en el muslo y único centrocampista en la plantilla capaz de sacar el balón jugado con criterio. Este equipo necesita otro mediocentro con capacidad creativa si no quiere depender toda la temporada de los contraataques y fallos del rival. El problema de Pina no es grave, pero una lesión de larga duración del de Ciudad Real sería fatal para los intereses albiazules.

En la delantera, Sobrino, Guidetti -que probablemente no alcance su plenitud física hasta septiembre- y Bastón solo sumaron ocho goles en liga entre los tres durante toda la temporada pasada, dos menos de los que anotó Munir. Falta un killer que marque la diferencia en ataque y brinde un salto de calidad al equipo, que no cuenta con una referencia clara. Que Bastón recuperara su nivel de Eibar sería la mejor noticia posible para Abelardo, pero de momento el asturiano no lo ve como titular.

Suspiros por Llorente y Munir Cuando se habla de un delantero y un centrocampista que hayan marcado la diferencia en los últimos años, los nombres que vienen a la cabeza son los de Marcos Llorente y Munir El-Haddadi, por quienes suspira la directiva. El madrileño fue el pilar del equipo que consiguió llegar a la final de Copa del Rey, abarcando todas las zonas del campo y ofreciéndose para mover el balón sin complejos. El hispanomarroquí enamoró a todos con sus goles y volvió locas a las defensas rivales con su capacidad de desborde y velocidad. Curiosamente, ninguno de los dos ha sido convocado por sus respectivos técnicos en la primera jornada de liga, lo que podría terminar por abrir la puerta a una cesión. En cualquier caso, ambos parecen muy lejos del alcance del Alavés, que tiene en la recámara a Jonathan Calleri en caso de que no salgan adelante las operaciones de Munir y Borja Mayoral, los que más gustan a la entidad del Paseo de Cervantes.

El reparto de dorsales del Glorioso es un fiel reflejo de sus necesidades. Hasta el momento, el ocho y el nueve no tienen dueño, precisamente números asociados históricamente a un centrocampista organizador y al delantero centro estrella, respectivamente. Puede que termine siendo Pina quien herede el ocho de Katai, aunque lo más probable es que el Alavés esté guardando esos dos dorsales consciente de que puede conseguir dos futbolistas que los vistan de aquí al cierre del mercado el 31 de agosto. El tiempo lo dirá, pero de momento faltan dos piezas en el puzle de Abelardo.