Vitoria - Como en la parábola del hijo pródigo, el regreso de Tomás Pina al Deportivo Alavés se ha hecho esperar. Probablemente bastante más de lo que al propio futbolista y a la entidad del Paseo de Cervantes les habría gustado. Afortunadamente, sin embargo, es ya una feliz realidad y tras completar su primera sesión de trabajo en Ibaia el martes ayer vivió su segunda presentación oficial como integrante de la disciplina albiazul. Y el centrocampista que está llamado a convertirse en la brújula de este nuevo proyecto -Abelardo no dudó en tildarlo de trascendental cuando confirmó su fichaje- no ocultó que ha vivido unos meses no demasiados tranquilos. “Más de una vez he llegado a pensar en que esto no acabaría bien y en tirar la toalla. Ves que va pasando el tiempo y que no termina de concretarse y no puedes evitar vivir momentos de incertidumbre y que te asalten las dudas. Son fases complicadas pero lo importante es que ya estoy aquí”, reconoció.
En este sentido Pina quiso poner de relieve la confianza que siempre le han estado transmitiendo desde El Glorioso y su apuesta por volver a enfundarse la zamarra albiazul. “Siempre que hablaba con la gente del club me aportaban tranquilidad y eso ha sido importante. Desde el principio yo tenía claro que quería volver al Alavés y al final ha sido posible- Para mí era importante venir a un sitio en el que se me ha acogido tan bien y me he sentido tan querido”, argumentó.
A pesar de haberse incorporado a la disciplina alavesista apenas unos días antes del arranque de la competición oficial, Pina cuenta con la ventaja de no tener que pasar por el habitual periodo de adaptación, puesto que ya conoce a la mayor parte de la plantilla y, por supuesto, al entrenador y el tipo de juego que quiere que desarrolle. “Hay bastante continuidad respecto a la pasada temporada y eso es algo positivo. Se hizo un buen trabajo y el ambiente del grupo era muy bueno así que por ese lado no hay ningún problema”, confesó.
En este sentido, el centrocampista manchego también se mostró esperanzado respecto a las posibilidades con las que comparece el Deportivo Alavés en esta liga que está a punto de comenzar. “Todavía es pronto y la temporada siempre es muy larga pero pienso que la base del equipo es buena y las incorporaciones que se han hecho nos pueden ayudar y hacer que no echemos de menos la aportación de los que ya no están”, incidió.
Claro que el siempre caprichoso calendario ha deparado que la primera prueba sea un examen de la máxima dificultad. “La teoría de cómo se puede hacer daño al Barcelona más o menos la sabe todo el mundo, pero lo realmente complicado es llevarlo a la práctica. Hace dos años el Alavés ya lo hizo y ojalá podamos repetir”.