Azulgranas e hispalenses llegan al momento cumbre de la temporada en situaciones similares, con el notable asegurado y en busca del sobresaliente. El Barça es virtual campeón de Liga, donde solo necesita una victoria en cinco jornadas, y el Sevilla brilló en la Liga de Campeones llegando a cuartos de final y ahora quiere poner el broche de un título a otra temporada encomiable.
El Rey de Copas, ganador de las tres últimas de forma consecutiva, tiene además el aliciente de alcanzar la cifra redonda de 30 trofeos en su competición predilecta, y para ello confía en haber superado el enorme golpe que supuso su eliminación europea en Roma. Ya dio el primer paso ganando al Valencia (2-1) y los suplentes solventaron la siguiente papeleta ante el Celta (2-2).
Tras eliminar a Real Murcia, Celta, Espanyol y Valencia, el Barcelona, que solo ha perdido cuatro partidos en toda la temporada -los dos de Supercopa de España, un duelo copero con el Espanyol y la trágica goleada en Roma- quiere imponer su favoritismo, aunque llega avisado por el peligro del Sevilla en sus dos precedentes ligueros de esta temporada.
El equipo entrenado por Vincenzo Montella atraviesa un mal momento y lleva más de un mes sin ganar, concretamente desde su histórica noche en Old Trafford (1-2). En Liga encadena seis jornadas sin triunfo y ha caído a la séptima posición, por lo que ganar esta Copa es su camino más rápido para asegurar su presencia en la próxima Liga Europa y vivir un plácido final de curso.
Tras el empate del martes en A Coruña, el técnico italiano concentró a sus pupilos en Marbella para evitar ‘distracciones’ con la Feria de Abril sevillana y centrar todas las energías en conquistar la sexta Copa en la historia del club y primera desde 2010, cuando superó en la final al Atlético de Madrid (2-0) con goles de Diego Capel y Jesús Navas, único superviviente de aquel precedente. - Efe