Vitoria - Una de las operaciones que el Deportivo Alavés tendrá que valorar en cuanto se consume la permanencia será la posibilidad de ejecutar la opción de compra que posee sobre John Guidetti y que se incluyó en el acuerdo de cesión con el Celta el pasado mes de enero. De momento, ayer el delantero sueco, que asegura sentirse muy a gusto en un club en el que ha recuperado las buenas sensaciones perdidas en Vigo, prefirió centrarse en el presente competitivo y postergó la negociación para el futuro, al menos, hasta la conclusión de la temporada.

“Es una opción seguir en Vitoria porque yo no firmé aquí solo porque necesitaba jugar. Me gusta el club, jugar en Mendizorroza es perfecto y también la ciudad. Estoy muy contento con todo, pero ahora estoy concentrado en los ocho partidos que quedan para que el club siga en Primera División, después tengo Mundial y luego hablaremos. Ahora estoy concentrado en estos partidos y luego ya hablaremos”, aseguró.

La dirección deportiva albiazul tiene sobre la mesa una cuestión que, dependiendo del punto de vista, puede resultar espinosa. La opción de compra se encuentra, dependiendo de diferentes variables, entre cuatro y cinco millones de euros, lo que supondría un desembolso muy importante para un punta que no destaca por su capacidad goleadora. En cambio, se trata de un atacante que ofrece un perfil competitivo interesante con muchas variantes en su juego -poderoso en el juego por alto, notable en el juego combinativo y con un carácter batallador que encaja a la perfección en el estilo del equipo-, todavía joven y que pasaría a ser propiedad alavesista.

De cara al partido de mañana Guidetti saltará al campo con una máscara para protegerse la nariz después del golpe que sufrió el pasado domingo en la visita al Espanyol -y en el que Iglesias Villanueva no vio penalti ni juego peligroso-, unido a un balonazo en el siguiente entrenamiento, y que le ha provocado una desviación en los huesos de la zona y también mucho dolor. “Soy SuperGuidetti y llevaré máscara como los superhéroes”, bromeó el sueco, que entiende este problema como gajes del oficio dentro de su condición de delantero que tiene que pelearse con los centrales rivales y que es la primera vía de salida del juego del Alavés. - DNA