Vitoria - El técnico del Deportivo Alavés, Abelardo Fernández, repasó ayer su llegada a Vitoria hace un par de meses así como su particular visión del fútbol en una entrevista concedida a la web del club. En la misma, señaló que volver a Vitoria era un “reto importante que me atraía mucho” y agradeció la confianza del club por firmarle a pesar de su corta carrera, que inició desde abajo. “Eso me ha permitido coger poso y vivir el fútbol modesto, lo que me ha permitido crecer de forma pausada”, señaló en este sentido. Respecto a su papel actual al frente del Alavés, explicó Abelardo que es más difícil ser entrenador que jugador “porque el entrenador tiene que llevar un grupo de 25 personas y decidir sobre ellos, dejando a gente en el banquillo o fuera de la convocatoria, algo que suele ser duro”. El asturiano manifestó a continuación que intenta ser “exigente, justo y decir las cosas como son aunque le parezca mal al futbolista”, porque a él le gustaba “que los entrenadores fuesen así” con él. “Creo que la exigencia hace que el trabajo vaya mejor”, añadió antes de reconocer que el partido de Girona fue “fundamental y un punto de inflexión para el grupo por cómo se produjo”, ya que remontar un partido en 20 minutos supuso un golpe de moral muy fuerte. “A partir de ahí trabajé mucho el aspecto psicológico y metí tres cositas en ataque y en defensa, pero ellos son los que ganan los partidos”, consideró el preparador albiazul, que evitó marcarse un once fijo porque su idea pasa porque la gente vaya entrando en el equipo poco a poco. - Efe
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