Vitoria - El alavesismo se fue ayer de Mendizorroza con un cabreo monumental que provocó que a más de uno se le acabase atragantando una comida que bien podría haber sido tremendamente confortable de haber seguido el partido el guión con el que se venía desarrollando hasta el catastrófico tramo final que provocó un desenlace imprevisto tras lo contemplado con anterioridad. Y es que El Glorioso sufrió una pérdida de puntos muy grave cuando ya paladeaba una victoria que le hubiese deparado una dosis de tranquilidad enorme. Tras ponerse 2-0 en el marcador en el arranque del segundo acto y tener ocasiones incluso para aumentar su renta, un penalti más que dudoso de Guidetti que le chivó a Trujillo Suárez uno de sus asistentes -antes se había comido la expulsión de Gabriel por un codazo y una pena máxima sobre Ibai Gómez- metió al Leganés en un duelo que tenía perdido y también inyectó el miedo en unos jugadores albiazules a los que les temblaron las piernas para, en inferioridad tras la roja a Ely, acabar cediendo un empate en un grave fallo de Alexis ya en el último minuto. Cuando ya se paladeaba la victoria, la sensación de robo propició que Mendizorroza se incendiase y que el alavesismo se fuese a comer con un cabreo de dimensiones siderales.

Con Alexis y Torres como novedades para suplir las ausencias de Duarte y Manu García, en lo que más difirió el Alavés con respecto a los partidos precedentes fue en el arranque, que en Mendizorroza acostumbra a ser fogoso y que ayer quedó mitigado por un Leganés que se adueñó de la posesión y se instaló en torno al balcón del área local.

Eran los albiazules incapaces de recuperar el balón y alejarlo de la zona de compromiso ante un oponente perfectamente ordenado. Eso sí, la primera situación de amenaza fue local y habría que hilar muy fino para determinar si el asistente acertó a la hora de castigar con fuera de juego una internada de Munir que acabaría en gol.

Tras esa primera estirada, el juego alavesista comenzó a crecer y el campo se fue volcando hacia la portería visitante. Ante cualquier situación de amenaza, los de Garitano no dudaban a la hora de meter la pierna e interrumpir el juego, por lo que las faltas laterales se encadenaron. Sensación de amenaza constante, pero que no acababa de concretarse en ocasiones. El paso de los minutos no hacía sino acrecentar el enorme dominio albiazul. Ya fuese con los balones de Laguardia en largo buscando la espalda de la defensa o mediante las rupturas por las bandas, las aproximaciones a los dominios de Cuéllar eran cada vez más insistentes. Un ímpetu que a punto estuvo de pagarse caro, ya que condujo al desorden y Pacheco tuvo que salvar los muebles ante El Zhar, que disparó contra el portero con todo a favor segundos antes del descanso.

Todos los problemas que se había encontrado El Glorioso para hallar un resquicio por donde colarse los hizo olvidar Guidetti en su primera aparición peligrosa de todo el partido. Apenas habían transcurrido dos minutos del segundo tiempo cuando el sueco le ganó por fuerza a Siovas un balón en la banda. El sueco salió en estampida hacia la portería para ceder justo en el momento exacto el pase de la muerte a un Munir que remachó sobre la línea el 1-0.

El gol desajustó a un Leganés que vio roto su planteamiento. Y aún más lo haría saltar por los aires el Alavés. Encontró Pedraza un pasillo para correr, habilitó en profundidad para Guidetti y estuvo el extremo atento para seguir el balón tras el disparo del sueco, rechazado por Cuéllar pero franco para que el cordobés marcase el 2-0 en el 52.

El Glorioso amenazó con goleada, pero la tranquilidad que se respiraba en Mendizorroza quedó rota cuando Trujillo Suárez, que ya había dejado sin castigar un penalti sobre Ibai y también la expulsión de Gabriel por codazo a Torres, decretó pena máxima a instancias del auxiliar al juzgar que Guidetti tocó el balón con el codo. Determinar que esa acción fue mano es extremadamente aventurado porque el brazo estaba casi pegado al cuerpo. Se metieron los madrileños en el partido con el gol de Gabriel. Y llegaría después el desbarajuste causado por el miedo. Expulsado Ely, agonizaba el partido cuando Alexis despejó mal una falta desde la frontal y ahí empalmó Zaldua para empatar el partido y propiciar el descomunal cabreo del alavesismo.

Un final dramático. Tras ponerse en situación de ventaja con el 2-0 y disfrutar de opciones incluso de aumentar su renta, tras el penalti que propició que el Leganés recortase distancias al Alavés le pesaron los nervios y no fue capaz de serenarse y jugar con tranquilidad los minutos finales para acabar perdiendo dos puntos.

Arbitraje determinante. La actuación de Trujillo Suárez y sus asistentes fue ayer decisiva. Castigó un fuera de juego de Munir al límite que acabó en gol, no expulsó a Gabriel por agresión y tampoco señaló un penalti sobre Ibai. En cambio, mostró roja a Ely y penalizó al Alavés con un penalti muy discutible.

Falló al final. Tras un arranque titubeante, el Alavés recuperó buenas sensaciones y creció en la primera parte aunque sin generar ocasiones. las mismas, con acierto además, llegaron en un inicio de segundo acto en tromba en el que el Alavés pareció haber sentenciado el partido. El técnico tardó muchísimo en hacer los cambios -ni siquiera los agotó- y no fue capaz de frenar el partido al final.

Marcó la diferencia de nuevo en el ataque con su cuarto gol en la competición liguera y su presencia constante en las acciones que más peligrosas fueron para el Leganés.

Le tocó sufrir muchísimo con El Zhar durante la primera parte, aunque salvó casi todo el peligro y creció hasta el grave error final que propició el empate del Leganés.

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1-0, minuto 47: Munir. Cabalgada de Guidetti por la banda derecha hasta encarar la portería y el sueco le cede justo al final a Munir, que remacha sobre la línea de gol.

2-0, minuto 52: Pedraza. Pase en profunidad de Pedraza a Guidetti, Cuéllar salva el disparo del sueco, pero el propio Pedraza caza el rechace para marcar a puerta vacía. 2-1, minuto 75: Gabriel, de penalti. El colegiado decreta pena máxima en un balón que le golpea a Guidetti en el codo y Gabriel transforma desde los once metros de disparo raso a la izquierda de Pacheco. 2-2, minuto 90: Zaldua. Falta frontal que Alexis despeja mal y al centro y Zadua engancha un disparo que entra tras pegar en el larguero.

Expulsó por doble amarilla a Ely (minutos 56 y 87). Amonestó a Eraso (minuto 22), Ely (minuto 56), Mantovani (minuto 61), Pina (minuto 89) y Amrabat (minuto 93). Echó del banquillo al entrenador de porteros del Alavés, Juan Miguel San Román (minuto 90).

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