Vitoria - Si hace dos meses, cuando asumió el reto de resucitar a un muerto, alguien le hubiera dicho que al final de la primera vuelta estaría en puestos de salvación con unos escasos 18 puntos, probablemente ni el propio Abelardo se lo hubiera creído, pero el fútbol, como acostumbra a decir siempre que puede el asturiano, tiene estas cosas y ayer el Glorioso durmió a pierna suelta en los puestos alejados del descenso tras superar al Sevilla con justicia y un hombre menos en el tramo final del partido y mirar por primera vez en mucho tiempo al descenso por el retrovisor. “Estamos en la pelea y eso es lo más importante”, se animó Abelardo. “Estamos haciendo que Mendizorroza sea un campo difícil para el rival y por ahí va a pasar el objetivo de que nos podamos salvar al final de la temporada. Ha sido una jornada positiva porque nuestros rivales no han puntuado y nosotros sí pero la siguiente puede ser al revés. Ganar un partido en primera siempre he dicho que es muy difícil y nosotros ahora tenemos un calendario que nos va a exigir pero lo importante es que estamos vivos, en la pelea, cuando hace dos meses las circunstancias eran otras”, valoró a continuación el técnico sin ningún tipo de euforia. Cuestionado después sobre el papel de Laguardia y Ely como centrales, eludió personificar en ningún jugador el técnico pero reconoció la influencia del central maño en el equipo más allá del propio juego. “Lagu es un jugador importante para el vestuario y a nivel de juego pero sabéis que no me gusta personalizar. Hoy le escogido a él y a Ely por las circunstancias del partido y porque dispongo de cuatro centrales de garantías, pero Lagu es un jugador que transmite y el vestuario es muy respetado”, reconoció antes de continuar su exposición ponderando también el trabajo que ayer hizo Guidetti. “Sabemos sus cualidades y lo que nos puede dar, claro; hoy ha estado muy bien pero todavía le falta ese puntito de minutos que no tuvo en el Celta... Estoy seguro de que va a sumar, como el resto, y estoy contento porque se ha acoplado muy rápido al equipo. Por último, e interpelado Abelardo sobre su notable influencia en el vestuario desde su llegada, centró todo el mérito el astuariono en los jugadores. “No he cambiado nada en estos dos meses, lo único que he incidido ha sido en devolverles la confianza a los jugadores y transmitirles que sean atrevidos con el balón y que disfruten con este juego. Que se lo pasen bien lógicamente dentro de la tensión profesional, pero nada más. Yo hoy hubiese pagado por jugar en Mendi”, concluyó el técnico.