Vitoria - La primera vuelta liguera la ha vivido el Deportivo Alavés en un estado de convulsión constante y marcado, principalmente, por unos malos resultados en el arranque del curso que propiciaron una enorme volatilidad en el banquillo y también en cambios constantes de jugadores en busca de soluciones. Una situación que se ha estabilizado bastante desde la llegada de Abelardo, después de la cual se ha producido una mejoría evidente tanto en juego como, sobre todo, en resultados. Cuatro entrenadores y veintisiete jugadores -cifra que asciende hasta los veintinueve si se computa también la Copa del Rey y que va a incrementarse en breve en algún numero más- son las cifras que maneja el equipo vitoriano al paso por el ecuador. Especialmente llamativo es el registro referido a los técnicos y que habla bien a las claras de que el rendimiento del proyecto ha estado muy por debajo de lo esperado cuando se confeccionó.

Luis Zubeldía, la apuesta por un joven técnico para liderar desde la banda la nueva temporada en un salto directamente desde Sudamérica sin experiencia previa en Europa, apenas duró en el banquillo alavesista los cuatro primeros compromisos ligueros, saldados con otras tantas derrotas y unas pésimas sensaciones. Al técnico argentino le sucedió de manera interina un Javi Cabello que también sufrió dos tropiezos en el par de partidos que estuvo al frente del equipo. El relevo, que por entonces se creía definitivo, llegó con un italiano veterano como Gianni De Biasi que saldó sus siete apariciones con dos victorias y cinco derrotas. El actual regente del banquillo es un Abelardo Fernández que en seis partidos ha sumado cuatro victorias y dos derrotas y de cuya mano el equipo vitoriano ha asomado la cabeza.

Si el banquillo ha estado marcado por la inestabilidad, también sobre el césped se han producido muchos cambios. Aunque hay un núcleo fundamental que ronda el millar de minutos o los supera y que se ha estabilizado desde que Abelardo asumiera los mandos del banquillo, hasta veintisiete futbolistas han disfrutado ya de oportunidades en lo que va de curso liguero, una cifra muy abultada y que todavía puede seguir creciendo más. Una volatilidad que se sale de lo normal y que habla bien a las claras de los problemas que han existido para encontrar las piezas adecuadas que den rendimiento al colectivo. Como nota llamativa, cabe destacar la aparición y asentamiento en el primer equipo de un canterano como Martin Aguirregabiria. - DNA