Vitoria - Cuando el director de la escuela de fútbol del Sevilla, Antonio Álvarez, extrajo la bola en cuyo interior se encontraba la papeleta con el nombre del Deportivo Alavés la emoción del sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey había ya desaparecido por completo. El equipo vitoriano fue el último en aparecer de entre los ocho que ayer entraban en el bombo, así que el rival le llegó por simple descarte. Solo quedaban el propio Glorioso y el Valencia dentro del recipiente en el que los representantes de cada club van metiendo su mano para elegir, así que, una vez se había determinado ya la identidad del oponente, lo único que quedó al azar entonces fue el orden de los campos. Y como Voro, director de organización del primer equipo che, sacó en primer lugar la bola de su propio club, la ida será en Mestalla (miércoles 17; 19.00 horas) y la vuelta en Mendizorroza (el día 24 también a las siete de la tarde). Así, en el camino hacia las semifinales coperas por segunda temporada consecutiva aparece un obstáculo tremendamente complicado al ser el equipo de Marcelino García Toral uno de los mejores equipos a nivel estatal en lo que va de temporada.

Leganés-Real Madrid -esta bola la sacó el presidente alavesista, Alfonso Fernández de Trocóniz-, Espanyol-Barcelona y Atlético de Madrid-Sevilla fueron las eliminatorias que mantuvieron la expectativa de la duda acerca de los posibles emparejamientos, así que cuando se quedaron solos en el bombo Valencia y Alavés no quedaba ya incertidumbre alguna más allá del orden.

La posibilidad de encontrarse en el camino con un rival de máximo nivel era evidente por la supervivencia en la competición de los cinco primeros clasificados ligueros y finalmente así fue. Curiosamente, no se produjo un enfrentamiento que comprendiese a dos de los tres equipos más humildes que estaban en el sorteo -junto al Alavés, Leganés y Espanyol-, por lo que la sorpresa en esta edición parece realmente complicada. Y es que si alguno de estos tres clubes consigue acceder a semifinales, puede encontrarse con un rival de similar o mayor nivel todavía que el que haya tenido que apear en cuartos de final.

Para El Glorioso la eliminatoria se presenta tremendamente complicada ante un Valencia que ha dejado antes en el camino a Zaragoza (global de 6-1) y Las Palmas (5-1) y que de la mano de Marcelino ha recuperado su nivel de antaño, como evidencia su actual tercera posición en la clasificación liguera. Tras el hundimiento de las últimas temporadas, en Mestalla vuelven a disfrutar con un equipo cuyo objetivo principal es regresar a la Liga de Campeones para obtener unos ingresos que le permitan cuadrar unas cuantas completamente desequilibradas. Eso sí, sin hacerle ascos a una Copa que se presenta como una gran oportunidad para los che de levantar un título que ya han conquistado en siete ocasiones anteriormente -la última en la temporada 2007-08, que también es el último oficial que han conquistado los valencianistas-, lo que le convierte en el quinto club más laureado en el torneo.

Un solo precedente La eliminatoria que surgió en el sorteo de ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas solo se había disputado anteriormente en una ocasión en La Copa. Fue en la temporada 1978-79 y también se produjo en los cuartos de final. El Alavés -por entonces en Segunda División entrenado por Txutxi Aranguren y con Morgado, Astarbe, Sánchez Martín, Badiola, Salamanca, Señor o Valdano como piezas más destacadas- había superado al Murcia en la ronda anterior, mientras que el Valencia había apeado al Barcelona, que era el vigente campeón del torneo. La serie, desequilibrada por el diferente nivel entre un equipo de la máxima categoría y otro como el vitoriano que estaba en la de plata, se resolvió a favor de los levantinos -a la postre campeones, tras eliminar al Valladolid en semifinales e imponerse al Real Madrid en la final con dos goles de Mario Kempes- con un 0-1 en Mendizorroza (tanto de Carlos Diarte) y un 3-0 en Mestalla, con dianas de Daniel Solsona, Rainer Bonhof y Darío Felman para los pupilos de Pasieguito.

Si ese único precedente copero va en contra del Alavés, lo mismo pasa por el antecedente liguero de esta misma temporada. Los alavesistas, en la décima jornada bajo la tutela de Gianni De Biasi, jugaron ante el Valencia en Mendizorroza uno de sus mejores partidos del curso y merecieron un premio mucho mayor que la derrota (1-2), pero el acierto de los visitantes para marcar por mediación de Zaza y Rodrigo hizo que es esfuerzo alavesista y el tanto de Alexis no sirvieran para sacar un resultado positivo

Reacciones El presidente alavesista, Alfonso Fernández de Trocóniz, destacó justo después del sorteo al que asistió la dureza del oponente: “Es una eliminatoria muy complicada. El Valencia es un grandísimo rival que está haciendo una gran temporada, pero nosotros tenemos mucha ilusión y soñamos con repetir lo del año pasado”. Una línea en la que también se manifestó el entrenador albiazul. “El Valencia es uno de los equipos más en forma y está haciendo una grandísima liga, así que hay que hacer dos grandísimos partidos para pasar”, señaló Abelardo.