- Todavía restan unos días para que se abra de manera oficial el mercado de invierno de fichajes pero el Deportivo Alavés ya ha completado su primera incorporación. Y además no ha tenido que desembolsar ni un solo euro ni se ha visto obligado a realizar movimiento alguno para liberar una ficha. El motivo, evidentemente, es que el refuerzo estaba en casa. No es otro que el zaragozano Víctor Laguardia, que por fin ha conseguido dejar atrás la grave lesión de rodilla que se produjo el pasado abril y que le ha mantenido en el dique seco durante ocho largos meses.

Aunque el central todavía no ha disputado ningún minuto de competición oficial en la presente temporada, su presencia en el banquillo el pasado día 21 en el encuentro ante el Málaga que sirvió para cerrar el año 2017 fue -con permiso de la importantísima victoria cosechada- la mejor noticia de la velada. Se trataba de la confirmación de que el intenso trabajo de recuperación llevado a cabo durante todo este tiempo ha dado por fin sus frutos y el zaguero es ya uno más de la plantilla a disposición de Abelardo a todos los efectos.

De esta manera, el preparador albiazul gana una pieza más para la defensa, una de las zonas que más quebraderos de cabeza ha dado a los diferentes entrenadores que han ocupado el banquillo local de Mendizorroza desde que arrancó la temporada. Es verdad que desde la llegada del preparador asturiano el balance en este apartado ha mejorado sustancialmente pero no lo es menos que la posibilidad de contar con un hombre como Víctor Laguardia aporta un plus.

Uno de los veteranos del vestuario ya, el aragonés es una auténtica garantía en el eje de la zaga y puede aportar dos de las principales carencias que ha mostrado la escuadra de Mendizorroza hasta ahora en esa demarcación: velocidad y carácter. Porque si algo ha demostrado sobradamente Laguardia en el tiempo que ha defendido la elástica albiazul es que no se arredra ante ninguna circunstancia y esa fuerza -unida a su calidad y conocimiento del juego- eleva varios puntos la intensidad del equipo.

Aunque probablemente necesitará algo de tiempo para recuperar al cien por cien el nivel que tenía antes de caer lesionado (el pasado 23 de abril en el duelo ante el Las Palmas), la recuperación de Laguardia es un balón de oxígeno muy importante para una defensa que cuenta todavía también con la baja por lesión de Rodrigo Ely. A partir de ahora, Abelardo podrá elegir entre el brasileño -cuando se recupere-, Alexis, Maripán y el propio Laguardia para conformar la pareja de centrales. Quien probablemente saldrá perjudicado con el regreso del maño es el joven Diéguez, que podría acabar siendo cedido en el mercado de invierno.

Casi ocho meses. Tras caer lesionado el 23 de abril en el duelo de Liga ante el Las Palmas, Víctor Laguardia ha pasado casi ocho meses exactos recuperándose de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. El 21 de diciembre se pudo sentar ya en el banquillo de Mendizorroza en el choque ante el Málaga.

Más para elegir. Desde que arrancó la temporada la defensa ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza para todos los técnicos que han pasado por el Alavés. Con Abelardo ha mejorado el balance pero el asturiano podrá elegir ahora entre Alexis, Maripán, Ely, Diéguez y el recuperado Laguardia.