Vitoria - El Deportivo Alavés cuenta ya los días que quedan para que se abra un mercado invernal en el que la entidad del Paseo de Cervantes se va a mover con profusión para tratar de enderezar el mal arranque de curso que ha protagonizado y sumar a su plantilla un buen número de elementos que le permitan mantenerse en la pelea por la permanencia en los meses que quedan por delante hasta que acabe la campaña. A nadie se le escapa que en la confección del plantel que se cerró el pasado 1 de septiembre hay muchas piezas que no se han acercado al rendimiento esperado, además de haber quedado entonces demarcaciones que ni siquiera se pudieron cubrir. Unos problemas que se intentarán solucionar a lo largo de un mes de enero en el que el club de Mendizorroza buscará cerrar hasta cinco nuevas incorporaciones, un aspecto que se trató con profundidad y que fue una de las principales exigencias de Abelardo Fernández para asumir los mandos del banquillo alavesista.
Laterales derecho e izquierdo, mediocentro de perfil defensivo, extremo preferiblemente diestro y delantero centro conforman el quinteto de posiciones que la dirección deportiva alavesista pretende reforzar en el mes venidero. Se trata de demarcaciones que ya se quedaron cojas en agosto o en las que las dos alternativas manejadas no han ofrecido el rendimiento esperado y que se tratarán de remendar ahora.
El lateral derecho es uno de los fallos más sangrantes de la confección de este proyecto y finalmente se ha tenido que recurrir a un canterano que ha subido directamente desde Tercera División para tapar el socavón. Contar solo con Carlos Vigaray ya era un riesgo de cierto calibre, apuesta que ha salido aún peor de lo que se podía prever por el bajo nivel ofrecido por el madrileño, muy lejos de su versión de la pasada campaña. Alexis ha sido un parche puntual en la zona, como ahora lo es Martín Aguirregabiria. El canterano lo está haciendo muy bien y ese rendimiento puede hacer que los esfuerzos no se centren en esta demarcación y se acabe apostando por su continuidad, aunque se buscará una alternativa.
La cuestión es similar en un lateral izquierdo donde la lesión de larga duración de Héctor Hernández también ha dejado cojo ese flanco. Rubén Duarte tampoco ha ofrecido un rendimiento óptimo y la mejor solución ha sido la reconversión de Alfonso Pedraza, pero a costa de perder en la ofensiva al elemento más desequilibrante de este equipo. Por ello, también se busca un futbolista específico para ese costado.
En el pivote no hay falta de alternativas ya que Tomás Pina y Dani Torres han estado siempre disponibles, pero ni uno ni otro han aportado rendimiento positivo y regular al colectivo. Ninguno de los cuatro técnicos que han pasado por el banquillo alavesista ha renunciado a un mediocentro posicional de corte defensivo y eminentemente táctico, pero Pina y Torres no aportan en esa zona la consistencia que el equipo requiere y se precisa un centrocampista sólido que ejerza de ancla y parapeto de la zaga.
Necesitado de gol En lo referido al extremo no son alternativas, más o menos lógicas, las que faltan en la actual plantilla, sino que el problema viene asociado al rendimiento. A la falta del mismo, más concretamente. En los últimos partidos se han activado futbolistas como Ibai Gómez o Burgui que estaban pasando desapercibidos, mientras que Pedraza ha sido una constante en positivo desde el arranque del curso. Y se acabó. El resto de opciones -Óscar Romero, Aleksandar Katai y Rubén Sobrino- no le han dado absolutamente nada al equipo y se requiere otra pieza más en esa demarcación que, preferiblemente, aporte velocidad por la derecha, aunque tanto el bilbaíno como el extremeño han demostrado que pueden jugar por las dos bandas.
El puesto de delantero centro es otro de los que no se cubrieron bien en el último mercado. Las opciones de última hora de Munir El Haddadi y Bojan Krkic no responden al perfil de nueve clásico que en esta plantilla representa Christian Santos. El madrileño se ha mostrado como una pieza indispensable, mientras que el catalán no ha encontrado su sitio y ha pasado de puntillas. Lo del venezolano es ya un problema congénito a su propia esencia, ya que nadie le puede negar su capacidad como rematador pero solo es capaz de sumar dentro del área. En esta posición la idea es muy clara y pasa por buscar un delantero de referencia -un ariete a la antigua usanza, poderoso y rematador- que se maneje en el juego aéreo y sea capaz de firjar a las defensas rivales y amenazarlas.