Vitoria - El resultado, a pesar de la victoria, fue lo peor que ofreció ayer un Deportivo Alavés que protagonizó, de largo, su mejor partido de la temporada y que no acabó consiguiendo el justo premio de una enorme goleada que, incluso, le podía haber permitido dormir fuera de la zona de descenso a la espera del Deportivo-Leganés de esta tarde. Y es que los vitorianos, ya con doce puntos, se quedaron con un -12 de diferencial en el gol average por el actual -10 que tienen los gallegos. Aunque solo fuese de manera circunstancial, no hubiese estado nada mal asomar, aunque fuese por unas horas, la cabeza y sacarla de la zona roja que se viene ocupando desde hace ya tantas jornadas.

El resultado no le hizo justicia alguna a un Glorioso que fue superior al Las Palmas de principio a fin y al que solo la falta de acierto, sobre todo después del 2-0, le impidió firmar una goleada de escándalo. De la mano de Abelardo, se recuperó esa versión reconocible de las últimas temporadas que habla de un equipo agresivo en la presión, pegajoso para el rival y que hace daño con su verticalidad y sus llegadas en oleadas. Con un trabajo sensacional en la recuperación con Pina y Manu García cerrando espacios y los cuatro jugadores de ataque sacrificándose al máximo, el Las Palmas se quedó sin oxígeno casi desde la salida. El gol era cuestión de tiempo y lo acabó encontrando Ibai Gómez de nuevo, esta vez al cazar un rechace tras un potente disparo de Pedraza.

catarata de ocasiones Lo del cordobés es para nota, uno de los grandes descubrimientos de la temporada en Primera División. Ante una defensa parsimoniosa y endeble, hizo lo que le vino en gana. Lo único que se le puede achacar es que no acaba de atinar en sus disparos. Eso sí, a la hora de generar ventajas para sus compañeros es único y así le sirvió el segundo tanto a un Munir que encontró el premio al esfuerzo que pone en todos los partidos. A partir del 2-0, que llegó en el 55’, la catarata de ocasiones alavesista fue estrepitosa. Alexis, Maripán, Munir, Santos... La goleada tenía que haber sido de escándalo por los méritos realizados en un partido prácticamente perfecto en el que lo peor, aún con victoria, fue un marcador tan exiguo en Mendizorroza.