Vitoria - El Deportivo Alavés se encuentra en un compás de espera aguardando la respuesta definitiva del entrenador que ha sido su prioridad para asumir el relevo en el banquillo de Gianni De Biasi, destituido el pasado lunes. Paco Jémez es el primer objetivo que se fijó como sustituto en las oficinas del Paseo de Cervantes, donde se espera a lo largo del día de hoy la llamada del técnico, nacido en Las Palmas de Gran Canaria y que creció en Córdoba, dando su visto bueno a una negociación a la que ayer se dio forma definitiva. Las dos partes se encontraban cercanas al acuerdo y en plena sintonía, a falta del refrendo final por parte del propio técnico que se espera para la jornada de hoy. De torcerse el acuerdo, desde Mendizorroza se abriría inmediatamente la vía alternativa que supone Abelardo Fernández, con quien también se ha contactado y que estaría dispuesto a tomar los mandos de la nave albiazul en el complicado reto de conseguir la permanencia.

Tras finiquitar su experiencia en el Cruz Azul, Paco Jémez aterrizó a primera hora de la tarde de ayer en Madrid ya con la propuesta alavesista sobre la mesa, que pudo analizar de primera mano junto a su representante antes de poner rumbo a La Coruña, ciudad donde se encuentra asentada su familia. En principio, la idea del técnico pasaba por tomarse los primeros meses del año 2018 de descanso tras un año en México, pero su pasión por el fútbol ha propiciado que la oferta del Alavés le haya metido de inmediato en el cuerpo de nuevo el gusanillo del banquillo.

El reto y las condiciones que el club vitoriano le ha presentado parecen de su agrado y esa sensación se transmitió en los contactos que ambas partes mantuvieron durante la jornada de ayer. Para el Alavés se trata de una apuesta importante por el elevado caché del exentrenador de Cruz Azul, pero el propio interesado también arriesga lo suyo si finalmente acepta la oferta, ya que el riesgo de descenso y de dejar su historial con mácula es elevado cuando tranquilamente podría quedarse en su casa esperando a iniciar un nuevo proyecto desde cero el próximo mes de julio.

Precisamente, dicha recomendación es la que ha recibido desde su entorno profesional más cercano. De la misma manera que queda por solventar la situación familiar. Y es que Paco ha pasado un año complicado a nivel personal en México y sus planes no pasaban por retomar tan rápido su carrera en los banquillos para aprovechar los próximos meses junto a su esposa e hijas en A Coruña.

Esas razones parecen los escollos por resolver, mientras que en el lado de los argumentos que pueden hacer que el peso caiga del lado del sí a la propuesta vitoriana hay que situar un carácter guerrero para asumir un reto complicadísimo y el deseo de no pasar demasiado tiempo alejado de los banquillos y ponerse de nuevo en el primer plano del fútbol español que abandonó a principios de la pasada campaña cuando fue destituido en el Granada por el mal arranque de curso de los nazaríes.

abelardo, la alternativa En las oficinas de Mendizorroza se espera a lo largo del día de hoy la respuesta de Paco Jémez para que el nuevo entrenador pueda estar ya el viernes en Vitoria y encargarse de preparar el partido del lunes ante el Girona. Y es que si el preparador que es la primera opción en estos momentos declina la oferta, se activará la vía alternativa que supone Abelardo.

El exjugador alavesista supone una opción más factible porque lleva esperando un banquillo desde mediados de la pasada temporada, no tiene perspectivas mejores inmediatas y su nivel salarial es inferior al de quien, como él, también fuera defensa de referencia en la década de los noventa.

La opción del asturiano, además, podría tomarse en el club como solución de presente y de futuro en caso de descenso. Si Paco Jémez acepta la propuesta presentada, su continuidad solo sería posible en el caso de conseguir la permanencia ya que sería un entrenador completamente inasumible para El Glorioso en Segunda División. En cambio, en el caso de Abelardo una extensión de contrato más allá del 30 de junio sí que sería viable si se acaba perdiendo la categoría, ya que el gijonés cuenta con experiencia reciente en la categoría de plata con un ascenso a sus espaldas en el Sporting, su caché no sería desorbitado con el descenso y se le tomaría como un líder desde el banquillo -siempre que esta temporada no sea un desmadre- sobre el que construir un proyecto que buscaría regresar a Primera.