Vitoria - Ver que en el equipo con el que Gianni De Biasi acabó el partido en Getafe figuraban como laterales Burgui en la banda derecha y Mubarak Wakaso en la izquierda tiene que conducir a algo más serio que una simple reflexión en los despachos en los que se toman las decisiones de este Deportivo Alavés. Un extremo y un mediocentro fueron los que tuvieron que ocuparse de los flancos defensivos en el cuarto de hora final del encuentro en el Coliseum Alfonso Pérez. Y no viene a ser una cuestión casual determinada por las circunstancias de un día, ya que las reconversiones en esas dos demarcaciones viene siendo una constante desde el arranque del curso que habla bien a las claras de las gravísimas carencias que arrastra la plantilla en esos puestos desde su confección.

El problema en el lateral derecho se veía venir desde que al cierre del mercado veraniego se quedó la posición sin cubrir con la llegada de un segundo jugador específico para esa demarcación. Las fuertes inversiones finales que se hubieron de realizar para contratar a Bojan Krkic, Álvaro Medrán y Munir El Haddadi y la carestía de los jugadores que había en el mercado para ocupar ese puesto condujeron a una situación de espera, confiando en el rendimiento de Carlos Vigaray y esgrimiendo la peregrina idea de que Víctor López, quien en su vida antes de la pretemporada había jugado en esa posición, podía competir con él en los entrenamientos y convertirse en una alternativa real cuando arrancase la competición. Llegada la hora de la verdad, el riojano, que en el filial actúa normalmente como extremo partiendo en posición más retrasada Martín Aguirregabiria, ya ha dejado incluso de contar en los entrenamientos del primer equipo.

Así las cosas, la plantilla cuenta con un solo lateral puro y lo cierto es que la temporada de Vigaray está resultando completamente decepcionante. Cuando cogió el ritmo competitivo, el madrileño dio muestras la pasada campaña de ser un relevo fiable para Kiko Femenía. Casi siempre que le tocó saltar al campo, el de Leganés ofreció un nivel defensivo fiable y, sobre todo, aportó mucha profundidad por su costado con grandes cabalgadas hasta la línea de fondo seguidas de servicios peligrosos desde ese costado.

Tras tres temporadas ganando confianza en Primera División partiendo siempre como suplente, a Vigaray le llegaba este año la oportunidad de partir como titular indiscutible ante la falta de competencia y, hasta la fecha, no ha digerido bien el cambio. Desde que arrancase el curso, en ningún momento ha transmitido la sensación de plenitud física con la que cerró el pasado y se ha convertido en un jugador vulgar.

La alternativa cuando ha faltado el madrileño ha sido el regreso de Alexis Ruano a la posición en la que arrancó su carrera profesional. Dentro de una campaña en la que el malagueño está saliendo en la foto de casi todos los goles, al menos en sus apariciones en ese costado ha aportado consistencia defensiva.

Cuatro por la izquierda Si los problemas en el lateral derecho eran previsibles por la simple falta de efectivos, los que se están produciendo también en el otro costado responden a una mala elección a la hora de concretar los fichajes. Las contrataciones de Rubén Duarte y Héctor Hernández fueron las primeras en cerrarse. Con el segundo, cedido por la Real Sociedad, ha habido la mala suerte de su lesión de rodilla, pero de partida ya no contaba con confianza alguna por parte de Luis Zubeldía. En el caso del defensa llegado del Espanyol, precisamente fue la salida del técnico argentino la que le abrió las puertas del equipo, pero, a pesar de no rendir mal en los dos partidos como interino de Javi Cabello y en los dos primeros ya con Gianni De Biasi al frente del equipo, en las últimas jornadas ha desaparecido de las alineaciones y también de las convocatorias.

La solución de Zubeldía de retrasar unos cuantos metros a Alfonso Pedraza para pasar del extremo al lateral no la siguió en un primer momento el preparador italiano, pero en cuanto cambió al sistema de tres centrales el actual técnico alavesista recuperó esa idea. El cordobés hace lo que puede, pero defensivamente tiene problemas graves y tiene demasiados metros por delante para alcanzar el área, que es donde marca diferencias. En la segunda parte en Getafe, De Biasi vio clara la necesidad de adelantarlo en el campo, optando entonces por situar a Wakaso en el lateral. De esta manera, el ghanés se convirtió en el cuarto jugador que actúa en dicha demarcación esta temporada.