Vitoria - Una alineación supone en muchas ocasiones un puzle en el que las piezas encajan de manera natural en las posiciones que les corresponden, pero otras veces los entrenadores, ya sea por necesidad y por ganas de experimentar, optan por composiciones diferentes en las que meten a futbolistas en espacios que, desde el plano teórico, a priori no les corresponden. Un entremezclado de demarcaciones que se puede ver muy a las claras en un Deportivo Alavés en el que este tipo de ajustes se encuentran a la orden del día, con varios hombres que se han visto obligados, ya sea circunstancial o permanentemente, a abandonar las demarcaciones a las que están más acostumbrados para encajarse en otros lugares del terreno de juego que no les son tan comunes. Una mezcla que da de sí para un curioso revuelto de posiciones, con algunos alavesistas en un estado de rotación casi permanente. Unos por tratarse de hombres polivalentes con capacidad para adaptarse a posiciones diferentes dentro del terreno de juego y otros, simplemente, que se han visto obligados por las circunstancias y las decisiones de los entrenadores a desempeñarse en lugares que les eran desconocidos.
Los constantes cambios de sistema son una de las claves que han propiciado semejante movilidad en la plantilla. También las carencias que existen en determinados puestos. Y, además, los experimentos de los distintos técnicos que han pasado por el banquillo albiazul también han contribuido a esa sensación de que algunos jugadores no cuenten con un sitio fijo en el campo y se van adaptando según las necesidades de cada momento.
Alexis, chico para todo El ejemplo máximo de esta tendencia al cambio casi constante lo representa Alexis Ruano. Al malagueño solo le falta jugar en el lateral izquierdo para haber pasado por todas las posiciones de la defensa. Arrancó como central derecho (Leganés y Barcelona), pasó luego al lado izquierdo (Celta y Villarreal), apareció posteriormente en el lateral derecho (Real Madrid, Levante, Real Sociedad), volvió a actuar como central izquierdo con sistema de cinco atrás (Betis), actuó como libre en ese sistema (Valencia) y regresó a la banda diestra en el último partido ante el Espanyol.
El andaluz es el hombre para todo en la zaga, pero en la zona de centrales la movilidad ha sido una constante. Tanto Rodrigo Ely como Guillermo Maripán conocen también las tres posiciones de esa composición, ya sea a derecha o izquierda o actuando como libres.
El caso de estos tres jugadores representa un cambio dentro de una zona a la que están acostumbrados -Alexis comenzó su carrera como lateral derecho-, pero en la zaga está también el caso de Alfonso Pedraza, que representa la adaptación a una demarcación que anteriormente le resultaba desconocida. El cordobés había desarrollado toda su carrera como extremo zurdo, pero en esa demarcación apenas ha jugado en cuatro ocasiones como albiazul durante la interinidad de Javi Cabello y los primeros pasos de Gianni De Biasi. Luis Zubeldía le retrasó al lateral de esa misma banda, una zona en la que el técnico italiano le ha vuelto a situar en las últimas comparecencias.
Manu, el cambio constante En esa fase de aclimatación a una posición desconocida se encuentra también un Manu García para quien la situación tampoco es extraña. El vitoriano ha cambiado de posición tantas veces ya en su carrera que una novedad no supone demasiado trauma. Si en toda su fase formativa y en sus primeros pasos en el profesionalismo casi siempre actuó como extremo izquierdo, desde que regresara a su casa ya había pasado por el lateral zurdo, el pivote o el interior de esa misma banda. Lo significativo del último cambio es que ahora De Biasi le ha cambiado de costado y le toca desempeñar sus labores por la banda derecha.
Esa movilidad también le ha tocado experimentarla en el centro del campo a Mubarak Wakaso, quien, como el capitán, también ha pasado ya por el doble pivote y las dos posiciones de interior. Y muchos más metros de cambio ha tenido Álvaro Medrán, quien se estrenó en una posición poco natural para él como la banda derecha, ha actuado la mayoría de las veces como mediapunta y en su partido más brillante, el de Copa en Getafe, apareció en la zona que más le gusta, como mediocentro en mucho contacto con el balón en la creación.
En la zona de vanguardia esas variantes están a la orden del día. Extremos como Ibai Gómez y Burgui saben lo que es actuar en las dos bandas, de la misma manera que Rubén Sobrino tan pronto actúa como segundo punta o cae a uno de los costados. En la zona de los mediapuntas se trata de una cuestión bastante habitual, ya que son futbolistas de perfiles muy similares, sin posiciones bastante definidas sobre el césped la mayoría de ellos y que no tienen grandes problemas a la hora de adaptarse a uno u otro lugar.