Tal y como están de mal las cosas en la competición liguera, los jugadores menos habituales tenían ayer en la Copa del Rey una oportunidad de demostrarle a Gianni De Biasi en un partido oficial que están capacitados para ofrecer una alternativa fiable a aquellos compañeros que no están ofreciendo un buen rendimiento en el torneo de la regularidad. En el mundo del fútbol, nunca se sabe cuándo van a pasar los trenes de las ocasiones y la sensación que deja el encuentro de ayer en Getafe es que muchos de esos futbolistas que normalmente no entran en los planes del técnico italiano no van a ver mejorada la situación después de su paso por el Coliseum Alfonso Pérez.
Toda regla tiene su excepción y la de ayer la representa un Christian Santos que, al menos, sí que tuvo la actitud que a otros les faltó. El venezolano dispuso de más de media hora durante la segunda parte y fue clave en la victoria en tierras madrileñas. Ejerciendo la figura de ese nueve del que carece la plantilla, Santos buscó el remate con insistencia y acabó encontrando premio en el minuto 87 con un gran cabezazo tras servicio de Álvaro Medrán a balón parado. Precisamente, el cordobés reivindicó su presencia en el equipo, pero como centrocampista en contacto con el balón en la zona de creación y no como mediapunta alejado de la sala de máquinas como acostumbra con De Biasi desde su llegada al banquillo.
Lo más jóvenes, debutantes además, también dejaron buenas sensaciones. Antonio Sivera y Adrián Diéguez se estrenaron ayer con la camiseta albiazul y ofrecieron un buen rendimiento. Es evidente que no les van a sobrar las oportunidades, pero en su primera aparición demostraron que tienen capacidad de sobra para salvar el tipo y se puede asegurar sin temor a la equivocación que pueden aportar en positivo en el momento que sean reclamados para hacerlo.
las dudas de tomás pina Desgraciadamente, la balanza quedó inclinada del lado negativo, sobre todo en una primera parte desastrosa. Tomás Pina, aunque luego creció de la mano de la capitanía ejercida en la zona ancha por Medrán, no fue capaz de dar equilibrio al centro del campo y ofrecer un relevo a un Dani Torres que tampoco está brillante. En la banda derecha del ataque, donde hay una carencia grave con la ausencia de Ibai Gómez, la actuación de Rubén Sobrino estuvo lejos de ser positiva. Y en parecidos términos se puede hablar de un Enzo Zidane que no acaba de digerir el salto de categoría que ha protagonizado este verano y al que le está costando aclimatarse. Eso sí, incluso peores todavía fueron las sensaciones que destiló un Bojan Krkic al que no le salió bien absolutamente nada y que evidenció estar tremendamente incómodo en punta de ataque en solitario. El ilerdense está llamado a ser importante, pero de momento no ha conseguido arrancar.