Tanto, tanto, se ha esmerado en las últimas semanas el Deportivo Alavés en ordenar su sistema defensivo -lo que no quiere decir que sepa defender- que se ha olvidado por completo de atacar. Quedó claro ante la Real Sociedad y el Betis, pero fue ayer en la primera mitad cuando se doctoró en esta asignatura con un inoperante ejercicio donde no fue capaz de encadenar dos pases seguidos ni establecer una contra con garantías. Y eso que tenía talento (supuesto) sobre el césped tras la entrada de varios jugones como Sobrino, Enzo, Bojan, o Medrán. Pero ni por esas. Salvo un disparo lejano del cordobés, todo el bagaje albiazul fue una acumulación de jugadores siempre situados por detrás del balón y pertrechados en apenas 30 metros. Una obsesión por el sistema defensivo, en definitiva, que atenazó al equipo hasta el punto de convertirlo en un inútil en tareas ofensivas. Un escenario que afortunadamente cambió en la segunda mitad con la entrada al campo de jugadores de mayor vocación ofensiva, entre ellos Christian Santos, el punta venezolano que lleva meses pidiendo una oportunidad y que ayer fue el autor del único gol del partido. Una diana de cabeza de 9 puro tras una buena asistencia de Medrán que puso de manifiesto que si recibe balones con ciertas garantías, como poco el venezolano hará peligro. Lo dijo en su día y lo confirmó ayer, donde estrenó su casillero en competición oficial esta temporada. Fue un gol para el equipo pero sobre todo un gol para sí mismo y su confianza. Y del que debería tomar buena nota De Biasi, no sea que quizá el delantero que esté buscando lo tenga en casa... - A. Goñi