vitoria - Lo que no pudieron arreglar en el campo, o no quisieron, Luis Zubeldía y Javi Cabello en relación a jugadores problemáticos como Christian Santos o Alexandar Katai, ha sido capaz de hacerlo, o al menos eso parece, la nueva esperanza del alavesismo, el italiano Gianni De Biasi. Un veterano de guerra acostumbrado a las emergencias que ya en su puesta de largo advirtió que contaría con todos los jugadores disponibles para sacar al equipo de las garras del descenso. “Cuento con todos desde cero”, acertó a decir con rotundidad en una declaración de intenciones que sonó a la misma boutade de siempre cuando un preparador aterriza en un campo de minas como el que hace una semana, y ésta también, sigue representando este famélico Deportivo Alavés. Pero no, esta vez el discurso del técnico transalpino no cayó en saco roto como suele ser habitual, sino que su mensaje y sus palabras se abonaron a la coherencia cuando seis días después de calzarse las botas, ponerse el chándal y subirse al andamio de Ibaia, indultó en la convocatoria para el partido frente al Levante a Santos y Katai. Dos jugadores internacionales fichados el pasado verano a golpe de talonario por parte del director deportivo, Sergio Fernández, que poco a poco fueron cayendo al ostracismo bien por su propia dejadez, su falta de compromiso o, simplemente, porque a Mauricio Pellegrino entonces y a Zubeldía y Cabello después, no les terminaban de convencer. Hasta que llegó De Biasi, que en su primera decisión de peso en el club, ha frenado en seco la salida de estos dos jugadores en el mercado de invierno. Una decisión controvertida de puertas a dentro que podría no haber gustado al director deportivo, con sendos planes en marcha para dar por finiquitada en enero la historia de Santos y Katai en el Alavés.

Como quiera que el italiano ha preferido blindarse para evitar ser intoxicado con opinión externas y ha optado por fiarse de su intuición, además de ver y hablar en primera persona con los implicados en su primera semana de trabajo al mando del equipo, está por ver ahora si esa apuesta tanto por el punta venezolano como por el medio serbio goza de continuidad y es fruto de ese “fútbol democrático” que pregona, o realmente ha sido solo un guiño de cara a la galería. De momento a Santos y Katai les dio el pasado sábado una segunda oportunidad ante el Levante. Bien es cierto que no puede decirse que ambos recibieran minutos de calidad porque se produjeron en ese tramo del partido coloquialmente conocido como el del tiempo de la basura, pero solo el gesto de contar con ellos mereció la pena. Katai, que debutaba esta temporada con el Alavés, saltó al césped en el minuto 76 sustituyendo a Munir, mientras que Santos, que ya acumulaba 105 minutos entre los partidos de Leganés y Barça, salió a falta de tres minutos en detrimento de Medrán. Un soplo de aire fresco de 14 y 3 minutos, respectivamente. Quizá insignificantes e incluso despectivos para muchos, pero vitales para ellos dos. Y De Biasi lo sabía. Ya tiene dos guerreros más para la causa.

Christian Santos. El internacional venezolano apenas ha disputado hasta la fecha 105 minutos en las siete jornadas disputadas. Jugó en el primer duelo ante el Leganés y gozó después de unos minutos ante el Barça. A partir de ahí, y durante las siguientes cuatro jornadas, desapareció de las convocatorias.

Katai. El caso del internacional serbio era todavía peor que el de Christian Santos ya que en su caso no solo no había disputado hasta el sábado ningún minuto de Liga sino que se había quedado fuera de todas las convocatorias. Ni Zubeldía ni Javi Cabello confiaron en él y curioso también resultó que tampoco lo hiciera el director deportivo, Sergio Fernández, que fue quien los fichó.

Lo avisó el día de su presentación y lo confirmó días después durante su debut ante el Levante en el Ciutat de Valencia, donde dio minutos a dos jugadores defenestrados hasta entonces como Katai y Santos. “El fútbol es un juego democrático en el que no juega el más chulo ni el más guapo sino el que más ganas tiene”, insistió el italiano.