Vitoria - No hay ningún partido oficial ni se pondrán puntos en juego, pero la semana que hoy arranca es la más importante que en toda la temporada va a vivir el Deportivo Alavés porque de ella dependen en gran parte las opciones de éxito del nuevo proyecto albiazul, que ha comenzado lastrado por los problemas a la hora de concretar en el mercado las contrataciones que se buscaban. LaLiga mantiene abierto el zoco estival hasta la medianoche del próximo viernes 1 de septiembre -se ha ampliado en un día más el plazo habitual- y hasta ese momento tendrá de límite la dirección deportiva encabezada por Sergio Fernández para contratar, como mínimo, a cuatro jugadores que están llamados a ser piezas fundamentales en los planes de Luis Zubeldía. Se trata de una labor que se tenía que haber cerrado, al menos de forma mayoritaria, bastante antes, pero el máximo responsable de la parcela futbolística vitoriana se ha encontrado con una serie de condicionantes inesperados que han lastrado la confección del nuevo proyecto y que ha propiciado que el equipo haya arrancado la competición con graves carencias que han conducido a una serie de dos derrotas consecutivas que ha hecho que se enciendan las alarmas.

El Glorioso se encuentra en una situación que no es envidiada por nadie, ya que tiene que cerrar muchas contrataciones en muy poco espacio de tiempo y, además, con la obligación de acertar con los fichajes. No en vano, los al menos cuatro futbolistas que todavía tienen que aterrizar en Vitoria están llamados a ser piezas fundamentales en los esquemas de Luis Zubeldía.

Un lateral derecho, un mediocentro con capacidad organizativa, un delantero centro puro y un segundo punta son las cuatro piezas preferentes que Sergio Fernández busca en un mercado tremendamente complejo en estos momentos.

La decisión de Zinedine Zidane de no dejar salir a ningún jugador de su actual plantilla ha sido un varapalo enorme para la confección del nuevo equipo alavesista, ya que se confiaba con al menos contar con dos jugadores cedidos -Achraf y Mayoral- por el Real Madrid. La idea del técnico francés de mantener a todos sus futbolistas y no proceder a préstamos ha obligado al director deportivo albiazul a entrar en el mercado para buscar refuerzos en unas posiciones en las que se esperaban cesiones de mucha calidad y a un coste relativamente bajo.

El Alavés se va a ver obligado a gastar más dinero en demarcaciones que podría haber cubierto con cantidades menores. Una lacra más dentro de un zoco veraniego que se está moviendo en cifras desconocidas en años precedentes y que ha provocado un encarecimiento notable. Las cantidades que le están solicitando al club vitoriano por algunos jugadores son totalmente desorbitadas y opciones que se descartaron hace semanas al considerarse que estaban fuera de mercado -sobre todo en el caso de los delanteros, con precios que ya estaban por las nubes y que han subido todavía más en los últimos días- serían ahora incluso asequibles teniendo en cuenta las cifras que se están manejando. Por ejemplo, uno de los principales problemas que se está encontrado Sergio Fernández es que hay pocas entidades que acepten una cesión sin una fuerte contraprestación económica de por medio o que en los préstamos no incluyan cláusulas de compra obligatorias que se van por encima de las cifras que en Mendizorroza se manejan para acometer los traspasos.

La situación del club vitoriano no es para nada sencilla, pero tiene la ventaja de contar con margen de movimientos en unos últimos días del mercado en el que siempre salen a la palestra futbolistas muy interesantes a los que sus equipos no quieren liberar hasta el último momento. Hay entrenadores que se niegan a descartar jugadores hasta que el mercado está próximo al límite de tocar a su fin y las entidades que tienen paciencia y serenidad pueden encontrarse con grandes opciones que eran del todo imposibles unas semanas antes. En todo caso, a Sergio Fernández le vienen días de muchísimo trabajo en la semana más importante de la temporada.