Vitoria - Cuando apenas quedan diez días para que el mercado veraniego baje su telón en España -este año se ha aprobado que concluya el 1 de septiembre a medianoche en vez del tradicional 31 de agosto-, las evidencias señalan claramente a que el Deportivo Alavés va a vivir unas jornadas de alta tensión y que apuntan a negociaciones cerradas a toda velocidad y casi sobre el límite temporal. No en vano, a Sergio Fernández aún le queda muchísimo trabajo por delante, con cuatro fichajes -lateral derecho, un delantero centro, un segundo hombre de ataque y, a ser posible, otro pivote- en su cabeza. Y, lo peor de todo, con una situación en el zoco de contrataciones ciertamente complicada, ya que existen pocas opciones de calidad, futbolistas que resultaban interesantes se han acabado escapando y las cifras monetarias en las que se está moviendo el mercado se encuentran en la mayoría de los casos muy por encima de los límites que puede alcanzar a desembolsar el club vitoriano.
Al director deportivo alavesista le ha causado un destrozo tremendo la decisión de Zinedine Zidane de mantener en el Real Madrid a los tres jugadores que entraban en sus planes de futuro. Con Marcos Llorente el técnico era consciente de la dificultad de su regreso, pero se contaba con ganar la partida en el caso de Borja Mayoral para reforzar la delantera y, sobre todo, se daba por hecha la cesión de Achraf Hakimi, que llegó incluso a estar firmada antes de que se produjese la salida de Danilo con rumbo al Manchester City.
Los líneas con el club madridista se mantienen abiertas por si se abre algún resquicio a la negociación -no está tan clara la continuidad de los tres jugadores y al menos uno podría salir siendo Mayoral el que más papeletas tiene para ello-, pero Sergio Fernández se encuentra ya metido de lleno en la busca de otras nuevas alternativas.
La prioridad es la contratación de un delantero contrastado y de calidad que venga a liderar la vanguardia de Luis Zubeldía, pero el problema en este caso son las elevadas exigencias que el técnico leonés se está encontrando en el mercado. Opciones subrayadas en rojo en su agenda se han ido acomodando en otros destinos por esta circunstancia, mientras que algunas de las que maneja actualmente resultan, de momento, descabelladas. Por ejemplo, el Napolés pide tres millones de euros en concepto de cesión por Leonardo Pavoletti, además de que el Alavés se haga cargo del salario completo del delantero italiano, que sería el futbolista mejor pagado del club vitoriano. Pocas buenas opciones y muy caras, pero El Glorioso necesita fichar mucho y bien en un cierre de mercado que se prevé eléctrico.