Vitoria - Se esperaba mucha más fluidez en el verbo tras su extensa trayectoria en el fútbol español (Elche, Villarreal, Espanyol, Las Palmas y Granada) pero ese aspecto brilló ayer por su ausencia. Después de que el pertinente reconocimiento médico diera vía libre a su contratación descartando cualquier tipo de lesión en una de sus rodillas, Wakaso Mubarak (Tamala, Ghana, 25 de julio de 1990) fue presentado a primera hora de la tarde en Mendizorroza. Siguiendo los cauces habituales, el jugador estuvo acompañado por el jefe de prensa de la entidad y el director deportivo, Sergio Fernández, que agradeció públicamente la “implicación” y “confianza” del jugador en un proyecto al que aún le restan tres o cuatro piezas para poder completarse antes de que el 20 de agosto arranque la temporada. “Sin su compromiso no habría sido posible su llegada al Alavés”, advirtió Fernández, que ve cumplido por fin una vieja aspiración desde que asumiera la dirección deportiva del Glorioso. “El año pasado ya intentamos ficharlo pero por razones obvias (tenía contrato) no pudo ser. En este caso se han dado todas las circunstancias favorables y las ganas del jugador”, reconoció el director deportivo, que entiende que el jugador ganés va a aportar intensidad y jerarquía en la medular además de ofrecer una mayor transición en la salida del balón. Por su parte, el propio Wakaso se mostró mucho menos locuaz que su anfitrión a pesar de lo cual se le pudieron adivinar algunas intenciones muy enfocadas hacia el compromiso que ha adquirido dando el sí al Deportivo Alavés para las próximas tres temporadas, un aspecto al que no quiso conceder mucha trascendencia. “No ha sido una decisión fácil venir aquí porque había otras ofertas en la mesa pero la gente que me rodea me ha ayudado a tomar una buena decisión para mí. Estoy aquí para ayudar al equipo y al club al cien por cien”, se arrancó el internacional ganés, que no tuvo ningún reparo en reconocer que es un jugador de “sangre caliente”, lo que a lo largo de su carrera en el fútbol español y extranjero le ha provocado no pocos disgustos con sus entrenadores y compañeros. “En el campo es diferente que fuera pero sí, reconozco que tengo sangre caliente y estoy tratando de controlarla”, abundó el jugador en este sentido. Respecto a sus objetivos individuales de cara a la próxima temporada, Wakaso se mostró convencido de que la próxima temporada en la mejor liga del mundo va a ser muy buena, lo que quizá podría contribuir a su asentamiento definitivo en el fútbol español después de un periplo de cierta inestabilidad que le ha impedido poder explotar las múltiples cualidades que, quienes le conocen, atesora como jugador. Wakaso, que ya habló hace tres días con su nuevo entrenador, se incorporó ayer mismo a la disciplina albiazul junto a sus nuevos compañeros.
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