La idea. El Deportivo Alavés pretende hacerse con las instalaciones municipales de Betoño para erigir allí su nueva ciudad deportiva y está negociando con el Ayuntamiento un acuerdo para desembarcar cuanto antes en dicho recinto para poder trabajar con mayor comodidad.
La situación. Club y Consistorio han avanzado mucho en las negociaciones a lo largo de las últimas semanas y el pacto está ya muy bien encarrilado, aunque todavía hay aspectos por resolver. Se espera que para el mes de septiembre el Alavés pueda trasladarse a Betoño.
El acuerdo. Durante tres años, el club de fútbol disfrutará de las instalaciones en una cesión de uso con un coste de cerca de medio millón de euros por cada anualidad. En 2020, la cesión dará paso a una compra-venta mediante concurso público que se ha cifrado en alrededor de seis millones de euros.
El proceso. Durante los tres años de cesión de uso, el Ayuntamiento tiene que llevar a cabo una depuración urbanística y patrimonial de la parcela y también convocar un concurso público para que cualquiera pueda presentar su oferta por las instalaciones.
Los flecos pendientes. El aspecto más espinoso que queda por resolverse es la solución definitiva para los clubes que venían utilizando durante los últimos años las instalaciones de Betoño para sus entrenamientos y partidos. Hasta que no se les encuentre una nueva ubicación para que estos equipos sigan desarrollando su trabajo no se cerrará el acuerdo. El Alavés ha ofrecido la opción de que algunos vayan a Ibaia y también ha abierto la opción de que sigan utilizando las instalaciones de Betoño de manera provisional.
7,5
La inversión total del Deportivo Alavés para adquirir las instalaciones de Betoño rondará los 7,5 millones de euros. Durante los primeros tres años pagará un alquiler cercano al medio millón de euros por la cesión de los terrenos y, a partir de 2020, abonará otros seis millones más por la compra de los mismos.
Vitoria - El Deportivo Alavés y el Ayuntamiento de Vitoria tienen ya muy avanzado el acuerdo por el que el club albiazul se hará con el control de las instalaciones municipales de Betoño para construir en esa parcela la nueva ciudad deportiva que es una de las patas -junto a la proyectada remodelación de Mendizorroza y la residencia de jugadores que ya está en funcionamiento- sobre las que quiere cimentar su estabilidad y crecimiento de cara al futuro. Un proyecto en el que la entidad del Paseo de Cervantes va a realizar una gran inversión, ya que el acuerdo con el Consistorio para la adquisición de las antiguas instalaciones de Michelin supera los siete millones de euros -7,5 aproximadamente-, a los que habrá que añadir también una cantidad importante para renovar y mejorar el complejo sobre el que se va a asentar la nueva factoría alavesista.
Las dos partes llevan ya semanas negociando y todavía hay aspectos por pulir, pero las líneas maestras del acuerdo están fijadas y son aceptadas tanto por el Alavés como por el Ayuntamiento. Aunque el club pretendía contar con la libre disponibilidad del complejo con el regreso del primer equipo a los entrenamientos en el corriente mes de julio, todo hace indicar que habrá que aguardar hasta septiembre para que El Glorioso desplace a Betoño su base de operaciones.
Lo hará, durante los primeros tres años, mediante un acuerdo de cesión de uso del complejo, que durante ese período seguirá siendo de titularidad municipal. Una decisión que puede tomar la junta de gobierno consistorial sin necesidad de alcanzar acuerdos con el resto de los grupos municipales. Durante ese trienio, el club abonará un alquiler con un coste cercano al medio millón de euros anuales y, posteriormente, se dará paso al proceso de venta definitivo que se ejecutaría en 2020 a cambio de alrededor de seis millones de euros más.
a concurso público Para que dicha transacción se lleve a cabo, antes el Ayuntamiento tiene claro que ha de cumplir escrupulosamente con la legalidad y tendrá que desarrollar un proceso de licitación para sacar las instalaciones a concurso público de libre concurrencia. Es decir, que cualquiera que presente un proyecto y tenga la solvencia económica requerida podría presentarse al mismo y optar a hacerse con la ciudad deportiva de Betoño. Aunque, como es evidente, el único en la ciudad que tiene el músculo suficiente como para hacerlo es el propio Alavés.
Durante este primer período de cesión durante tres años, el Ayuntamiento tendrá que llevar a cabo una depuración urbanística y patrimonial de la parcela en la que se ubican las instalaciones de Betoño. La misma está destinada únicamente al uso deportivo y hay que definir la edificabilidad de la misma ante el proyecto alavesista de erigir un complejo muy mejorado con respecto al actual. No en vano, Betoño se va a convertir en la base de operaciones de toda la parcela deportiva y se pretende que allí se congreguen todos los trabajadores y departamentos del club que tienen que ver directamente con el fútbol.
Las conversaciones entre el Alavés y el Ayuntamiento se encuentran muy avanzadas tanto en lo económico como en lo referido a todo el entramado jurídico que ha de desarrollarse hasta que la instalación cambie de dueño, pero todavía hay algunas cuestiones por resolver que han impedido que el desembarco albiazul no se haya producido para el arranque de la pretemporada, tal y como pretendía el club.
afectados y reubicación Durante la pasada temporada, la entidad del Paseo de Cervantes tenía alquilado uno de los tres campos de hierba natural, en el que se entrenaba habitualmente el equipo de Mauricio Pellegrino. A partir de ahora, la gestión de todo el recinto va a quedar en manos del club, lo que supone un problema para el resto de equipos vitorianos que venían utilizando esas instalaciones para sus entrenamientos y partidos.
La reubicación de esos equipos es una de las pocas cuestiones que todavía quedan por resolver y que se espera encauzar en las próximas semanas para que en septiembre El Glorioso pueda disponer a tiempo completo del referido complejo.
La idea a medio plazo del Ayuntamiento pasa por la construcción de algún nuevo campo de titularidad municipal -por ejemplo, en Zabalgana-, pero hay que encontrar una solución inmediata para los equipos que hasta hace bien poco utilizaban Betoño. Desde las oficinas de Mendizorroza se ha ofrecido tanto la posibilidad de que alguno de los usuarios sigan disfrutando del uso del campo como la opción de que algún equipo pueda utilizar alguno de los terrenos de juego que el Alavés seguirá conservando en Ibaia mientras erige su nueva ciudad deportiva en Betoño.
En este sentido, la Federación Alavesa de Fútbol ejerce de garante de los derechos de esos clubes que venían utilizando estas instalaciones municipales. Tanto este organismo como el propio Ayuntamiento tienen claro que no se va a proceder a la cesión del complejo al Alavés si antes no se ha encontrado una solución aceptada por los clubes perjudicados por este trasvase para que sigan desarrollando su trabajo.
Una cuestión que debería quedar resuelta en las semanas venideras para que cuando toda la estructura futbolística del Alavés se ponga en marcha el club del Paseo de Cervantes ya cuente con la posibilidad de utilizar todo el potencial que le ofrece Betoño. Y, también, para que comiencen de manera casi inmediata las obras para remodelar una instalación que, en el plazo de tres años, pasará a ser propiedad exclusiva de la entidad de Josean Querejeta.