vitoria - Casi un mes y medio después de aquella memorable final de Copa del Rey en el Vicente Calderón ante el Barcelona, el Deportivo Alavés dio ayer el pistoletazo de salida a otra campaña ilusionante en la que, pese a tener el listón muy listo, confía en seguir por la senda exitosa y consolidarse en la zona noble. Ya sin muchos héroes de la pasada campaña pero con bríos renovados y plena confianza en que se han colocado unos sólidos cimientos para asentar al club en Primera División, el todavía corto equipo vitoriano echó a rodar en las instalaciones de Ibaia en una primera toma de contacto sin grandes estridencias. Lo hizo, eso sí, en la más absoluta clandestinidad, ya que el club decretó que el primer entrenamiento del ejercicio fuese a puerta cerrada.

Con el inicio de los reconocimientos médicos, arrancó oficialmente la era Luis Zubeldía, pendiente todavía de que lleguen más de media docena de fichajes y de que se concrete el futuro de otros integrantes de la plantilla cuya continuidad está en el aire. Finalmente fueron 25 los futbolistas que empezaron a sudar a las órdenes del técnico argentino, cuyos métodos son una incógnita y que estará obligado a tirar del filial en estos primeros días de trabajo ante la falta de efectivos del primer equipo.

La sesión arrancó con algo de retraso respecto al horario establecido y nada más pisar los futbolistas el césped fue el propio Zubeldía quien, en compañía de su staff técnico, dio una breve charla a sus pupilos antes de comenzar a sudar. En espera del paulatino cierre de la plantilla -urge básicamente el desembarco de futbolistas que marquen la diferencia en el centro del campo y, sobre todo, la delantera-, Ibaia se convirtió ayer en una mezcla de caras nuevas, los supervivientes del glorioso pasado curso y jóvenes que aspiran a derribar la puerta. Antes de tomar decisiones drásticas, el ex del Independiente de Medellín desea ver la materia prima de que dispone. Entre los primeros figuraron Héctor Hernández, Rubén Duarte, Enzo Zidane -el que más atención mediática ha despertado hasta ahora-, Alfonso Pedraza, Guillermo Maripán, Adrián Diéguez y Ermedin Demirovic, si bien estos dos últimos probablemente no tendrán hueco en el primer equipo.

a por tono físico Del curso anterior también estuvieron citados Pacheco, Vigaray, Alexis, Feddal, Manu García, Torres, Krsticic, Sobrino, Katai y Santos. Procedentes del fútbol base alavesista comenzaron a sudar las promesas Joritz Landeta, Víctor López, Manu Gómez, Ander Estéfano, Adrián Fuentes y el juvenil ucraniano Olekseiy Khakhlov. A todos ellos se unirá desde hoy Romero, con permiso del club para ausentarse en la jornada de ayer. No estuvieron Einar ni Laguardia, ambos recuperándose de sus respectivas lesiones de rodilla, mientras que Ibai se entrenó al margen.

Bajo la supervisión de Sergio Fernández, que no perdió detalle del primer día en la oficina, el Alavés buscará en estas primeras jornadas adquirir el tono físico imprescindible para encarar con las mejores garantías una temporada que se presume más complicada que la anterior. No en vano, han abandonado la capital alavesa algunos de los futbolistas más desequilibrantes que posibilitaron una excelente novena posición dentro del torneo liguero y el inolvidable billete para la final copera. El alavesismo todavía sueña con algún fichaje de campanillas, especialmente en la vanguardia, que coloque al equipo en otra dimensión y permita pelear por algo más que la permanencia.

El trabajo físico prevalecerá en estas primeras jornadas de dobles sesiones diarias, si bien Zubeldía irá introduciendo poco a poco aspectos tácticos a un equipo que, a tenor de sus palabras, exhibirá un marcado perfil ofensivo con la búsqueda de la portería contraria entre ceja y ceja. Para el primer amistoso, eso sí, tocará armarse de paciencia. Hasta dentro de ocho días, fecha en la que se ha programado el enfrentamiento ante el Toulouse en San Juan de Luz, no podrán palparse las sensaciones que emana el nuevo proyecto albiazul.