vitoria - Pocas veces en la historia del Deportivo Alavés la llegada de un entrenador había despertado tanta expectación como la que ayer generó Luis Zubeldía, argentino que debuta en el fútbol europeo y que a media tarde, bajo un calor de justicia, fue presentado como máximo responsable del nuevo proyecto albiazul. La falta de un testimonio oficial con el que enganchar al alavesismo desde que hace ya días se anunciara su fichaje no hizo sino elevar la expectación de su llegada hasta el punto de que una veintena de aficionados aguardaron la presencia del nuevo técnico en la tienda oficial de Mendizorroza, donde al filo de las 17.45 se personó para convertirse en nuevo abonado del club. Asuntos de la mercadotecnia. Escoltado ya desde ese momento por el presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, el director deportivo, Sergio Fernández, varios miembros del departamento de Comunicación del club, curiosos y aficionados y dos de los colaboradores que llegan con él desde Argentina, la comitiva enfiló minutos después la sala de prensa escoltada por una nube de fotógrafos que llamó la atención de los numerosos paseantes que acudían a esa hora a las piscinas de Mendizorroza y el Estadio. Impecable en el vestir -zapato marrón, vaqueros entallados con camisa azul clara y americana oscura-, y con una pausa en el verbo y las formas que nada tienen que ver con ese carácter caliente y potrero que arrastra desde sus inicios como técnico, El Príncipe dedicó 32 minutos a una presentación en la que ofreció algunas muescas de su filosofía futbolística y dibujó los trazos básicos con los que pretende trabajar en Vitoria.
El técnico, de 36 años, advirtió a las primeras de cambio que no podía “dejar pasar esta oportunidad” y que entrenar a un equipo como el Alavés es un “gran desafío”. Entre sus ideas, destacó que “el confort es el enemigo número uno” que pueden tener en el fútbol y en esta línea advirtió que el compromiso y la intensidad “no son negociables” en su forma de entender el fútbol. “Muchas veces es la diferencia entre plantillas muy parejas”, recordó. Preguntado a continuación por el sistema de juego que empleará y los objetivos para la temporada, trató de ser Zubeldía todo lo explícito que permiten las circunstancias. “Por lo general suelo jugar con un 4-4-2, aunque no es algo lineal. Me gustan las transiciones y poder combinar para estar de forma ordenada en el ataque”, señaló antes de fijar la “estabilidad” del club como algo prioritario y la permanencia en Primera como un buen inicio para conseguirlo. “Primero es importante saber con qué jugador vas a contar y después qué fútbol vas a hacer”.