Vitoria - La temporada iba rodada para el central maño, acostumbrado desde que dio el salto al fútbol profesional a tener que lidiar no ya con los propios rivales de turno sino también con esa temida lista de injusticias que forman parte de este deporte como las lesiones, los impagos o los descensos. Con todos ellos ha convivido a lo largo de su carrera Víctor Laguardia, hasta que el verano pasado ascendió a Primera División de la mano de José Bordalás y meses después, ya con Pellegrino en el banquillo, alcanzó la final de la Copa del Rey eliminando al Celta en semifinales. Por si fuera poco, solo un día después el club anunciaba su renovación con el equipo hasta el año 2020.

Eran días de vino y rosas para el maño. Un central a esas alturas del campeonato ya indiscutible para Pellegrino, que en los primeros compases del torneo, sin embargo, confío más en Feddal que en él. Sin embargo, una inoportuna lesión del marroquí le abrió la puerta de una titularidad que ya no cerraría hasta el 23 de abril, en concreto hasta el minuto 14 de aquel partido ante el Las Palmas... Un mal gesto en la banda le dejó seco. Rotura del ligamento cruzado anterior de ligamento cruzado y siete meses en el dique seco. Igual que las anteriores dos veces que le ocurrió en el Zaragoza. Vuelta a empezar...

De aquel instante, de la evolución de su lesión y su futuro habló ayer el futbolista en los micrófonos de Radio Vitoria, advirtiendo con ironía al alavesismo que a Laguardia, lo que no le mata le hace crecer. Fiel al mismo espíritu y carácter guerrero de siempre, el central anunció que “volverá más fuerte que nunca”, al tiempo que reconoció que haber pasado ya por este trance le permite ver “con más optimismo” una lesión de esta gravedad. “Sé que ahora es el momento de ser perseverante, constante y con la mente más fuerte que nunca porque ya he pasado por esto y porque sé que los momentos de bajón son lo peor de este tipo de lesiones”, explicó Laguardia, acostumbrado a la fuerza a convivir con este tipo de situaciones. “El fútbol es esto, vaivenes, golpes, alegrías, ir y venir... Reivindicarse de nuevo”, abundó el jugador, “orgulloso” del trabajo realizado la pasada temporada, donde disputó 31 partidos entre Liga y Copa y marcó dos goles.

A continuación, Laguardia recordó el episodio de su intervención en Barcelona a cargo del doctor Cugat y valoró asuntos de la actualidad albiazul como la continuidad de Gaizka Toquero o el próximo proyecto de Luis Zubeldía. “La operación fue una mezcla de muchas cosas y días difíciles... Si no me operé antes fue por la final, porque había una oportunidad, pero al final no pudo ser...”, relata el maño antes de ponderar a Toquero. “Ojalá llegue a un acuerdo con el club para seguir porque es un jugador clave, muy importante para la entidad y la ciudad”, señaló antes de mostrar su opinión sobre el alavés 17/18. “La configuración de la plantilla tiene que ser similar porque no hay que olvidar ni quiénes somos ni de dónde venimos. Ese debe ser la base. Seguir en la misma línea de humildad, sacrificio y equipo pequeño pero guerrero”. - DNA