bilbao - La gran pregunta del alavesismo en estos momentos es contundente: ¿Será capaz el club de repetir los éxitos de la temporada pasada, donde firmó una notable novena posición en liga con 55 puntos -su segunda mejor marca de la historia en Primera- y disputó la final de Copa al Barça? Al igual que ocurrió hace doce meses, la respuesta ahora obliga a fijar todas las miradas en la persona encargada de obrar un nuevo milagro, Sergio Fernández, el director deportivo que el pasado verano articuló un equipo con 18 nuevos jugadores respecto al proyecto anterior que comandaba José Bordalás y que logró el ascenso a Primera División.

A juzgar por el fantástico rendimiento del equipo el pasado curso, todo hace indicar que el verano volverá a ser movido en las oficinas del paseo de Cervantes. Con varios de los jugadores de regreso a sus equipos una vez concluida su cesión -Theo, Marcos Llorente, Camarasa o Deyverson-, otros tantos que no continuarán una vez culminados sus contratos -léase Kiko Femenía, Gaizka Toquero y Raúl García- y otro grupo con contrato en vigor pero con muchas dudas respecto a su rendimiento, lo que dará lugar a otras tantas bajas pactadas, no serán menos de doce los fichajes que Sergio Fernández deberá ultimar antes de la primera semana del mes de julio, fecha prevista para el comienzo de la pretemporada.

Volverá a ser una reconstrucción en toda regla. Una refundación iniciada, eso sí, hace ya meses y en cuya hoja de ruta se esconden algunas claves que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha querido analizar con tres colegas del propio Fernández como Fran Garagarza, Loren y Roberto Olabe, todos ellos directores deportivos con amplia experiencia en el fútbol de elite que la semana pasada tomaron parte precisamente en una mesa redonda sobre esta figura organizada por el Bilbao International Football Summit, un evento sobre comunicación y fútbol que se celebró en la imponente planta 24 de la Torre Iberdrola.

“hacer mucho con muy poco” A juicio de todos ellos, hace ya un tiempo que la imparable evolución del fútbol ha obligado a profesionalizar aún más la figura del director deportivo. Del histórico secretario técnico de antaño se ha pasado a un perfil donde la gestión cobra si cabe más importancia que los propios conocimientos deportivos, de ahí que los años como exfutbolista profesional que se acrediten ya no constituyen un aval suficiente para ostentar un cargo que tiende hacia la especialización y, desde luego, está concebido por varios profesionales. En el caso del Eibar, sin ir más lejos, son seis los especialistas que forman su dirección deportiva. Fueron reclutados en su día de forma anónima por Fran Garagarza, que también es producto del fútbol amateur, y el peso de cada uno en las decisiones que afectan al equipo es equitativo. “No podemos firmar un jugador sin el consenso de todos, no puede ser”, refuerza Garagarza, motivador de un grupo de “muy buena gente” que en las últimas temporadas ha sido modélico por “hacer mucho con muy poco”. Puede que ahí, en ese conocimiento absoluto de sus objetivos - “En el Eibar sabemos lo que queremos”, advierte con orgullo- radique una fórmula de éxito en la que quizá el Alavés pudiera mirarse. Para el director deportivo de la entidad armera, mentor precisamente de Sergio Fernández, la fórmula que el Glorioso podría tratar de poner en marcha estaría centrada en acumular patrimonio. “Si cuentas con jugadores tuyos siempre vas a tener posibilidad de darles continuidad, verles crecer y mantener la línea del club”, sostiene Garagarza, consciente por propia experiencia de que la fórmula de las cesiones resulta limitado. “Nosotros hemos pasado de tener un modelo donde los cedidos tenían mucha importancia por costos y niveles de calidad a que ahora ese modelo no es una buena opción. En estos momentos, para el Eibar un jugador cedido y además sin opción de compra nos parece que es tener un activo más para un tercero que para uno propio”, abunda el director deportivo. El actual Alavés, en cambio, no parece de momento estar en disposición de renunciar a esta fórmula, entre otras cosas porque va a tener que firmar muchos jugadores en las próximas semanas. “No te queda más remedio porque cuanto más fiches más alta va a tener que ser la cifra de cedidos al no haber jugadores de nivel en Primera que sean asequibles... Por eso al tener que fichar a tanta gente vas a tener que contar con cedidos con opción de compra, con cedidos sin opción... No hay otra pero siempre respetando tu idea de club, que en nuestro caso es minimizar el cedido y potenciar el jugador propio”, reflexiona Garagarza.

Para su colega Roberto Olabe, vitoriano, exjugador, entrenador y director deportivo, entre otros, de la Academia Espire de Qatar o la Real Sociedad, una de las claves para que que el nuevo proyecto del Alavés tenga éxito radica en la continuidad tomando como base la experiencia y los hechos de la pasada temporada. “Ahora mismo la clave puede que esté en la confianza en el director deportivo por parte del club. Si el año pasado logró hacer un equipo en tiempo récord, con chicos que se han desarrollado y un entrenador que ha sabido explotar todo ese talento, estamos ahora ante un ¿porqué no va a ser lo mismo otra vez...? Y eso se llama respeto, ilusión y confianza en que otra vez la dirección deportiva vaya a hacer un equipo que ofrezca rendimiento”, sugiere con toda la prudencia del mundo el vitoriano, firme defensor de la necesidad de conceder “más tiempo” a un puesto que en el fútbol suele pender siempre de un hilo. “Cuando hablamos de la dirección deportiva de una entidad lo hacemos de un área demasiado joven, aún siendo el corazón del club. Por eso un principio básico es la continuidad en lugar de romper con todo cuando se produce un cambio, y eso no se está dando hoy en día en el fútbol”, lamenta Olabe, consciente de la influencia del factor suerte en un deporte donde la línea entre el éxito y el fracaso puede ser solo cuestión de unos pocos milímetros. “El factor suerte siempre está ahí, es inevitable, por eso tenemos que recortarlo, minimizar el margen de error y apelar a los resultados que suelen dar el buen trabajo”.

Loren y el “efecto llamada” Por su parte, el máximo responsable de la dirección deportiva de la Real Sociedad, Lorenzo Juarros, futbolísticamente conocido como Loren, el gancho de la pasada temporada del Alavés tanto en Liga como en Copa podría generar un “efecto llamada” altamente positivo. “Todo el mundo ha visto que detrás del club hay un respaldo por parte de su afición muy grande, un estadio que llama mucho a la hora de jugar al fútbol y, sobre todo, una estructura que ha llegado a la elite con ganas de quedarse. Y esa mezcla va a provocar que muchos jugadores puedan pensar que Vitoria es una muy buena plaza para jugar al fútbol, un buen escaparate”, valora Loren. A partir de ahí, el directivo entiende que Fernández seguirá apostando por la gente joven al igual que hicieron el verano pasado y a poder ser en formato de cesión, teniendo en cuenta que no va a resultar “nada fácil” igualar el nivel del curso pasado con gente como Theo, Llorente o Camarasa.

¿Será entonces una cuestión de suerte?, pregunta este periodista a Loren. “Yo suelo decir que la suerte siempre acompaña al que trabaja, y en el caso del Alavés se ve que ha habido un trabajo muy bueno tanto en la parte de la gestión de la entidad como de Sergio Fernández. Si esta fórmula se consolida y el apoyo de su masa social no decae, al Alavés le esperan muy buenos años en Primera”, responde el director deportivo, entre cuyas funciones, advierte, también está la de controlar las expectativas de la gente después de un año tan ilusionante. “No va a ser fácil, desde luego, pero Vitoria es agradecida en ese sentido; sabe lo que ha disfrutado este año porque se lo ha ganado a pulso y sabe que expectativa de la próxima temporada no será otra vez la final de la Copa sino ver a su equipo competir con garantías y compromiso. Esa es la clave”.