vitoria - La llegada de Luis Zubeldía al Deportivo Alavés es ya a estas horas solo una cuestión de matices, los propios de una negociación a estas alturas de temporada entre dos partes que buscan un objetivo común aunque con intereses bien distintos. Finiquitado su trabajo por esta temporada tras quedar eliminado su actual equipo, el Independiente de Medellín, de la Liga Águilla, y bendecida incluso su salida por parte de los directivos de la entidad colombiana -Raúl Giraldo, el hombre fuerte del club, reconoció en la madrugada de ayer que no sería nada fácil retenerlo: “No le podemos cortar las alas”, abundó-, la llegada de El Príncipe a Vitoria para sustituir a su colega Pellegrino depende de una cuestión de plazos y proyecto. Concretamente del tiempo que Zubeldía entiende necesario para poder desarrollar la idea futbolística que ahora mismo planea sobre el Alavés. Según algunos medios locales que estos días están siguiendo el serial del joven entrenador en torno a su futuro, éste habría pedido al Alavés un contrato de tres temporadas de duración para poder dar el sí al Alavés, que sin embargo habría ofrecido al actual técnico de Independiente de Medellín las mismas condiciones que ya puso encima de la mesa con José Bordalás cuando éste recaló en Segunda División y con Mauricio Pellegrino en el regreso a la máxima competición: un contrato de 1+1, es decir, un año prorrogable a otro en función de una serie de variables como podrían ser la permanencia o la clasificación para la competición europea. Una cláusula, no obstante, que el Alavés no cumplió tanto en el caso de Bordalás como de Pellegrino, ambos supuestamente renovados al finalizar sus campañas una vez conseguido el ascenso a Primera en el caso del alicantino y la permanencia en la élite en el caso del segundo.
A la espera, por tanto, de limar ese detalle, el resto de la negociación que estos días mantiene el director deportivo Sergio Fernández con los agentes del entrenador parece no presentar tantos problemas habida cuenta de que Zubeldía se acogerá a una cláusula en su contrato que le permitirá dejar su actual club si es un equipo de Europa el que llama a su puerta. De concretarse finalmente el acuerdo -cifrado para el Glorioso en unos 300.000 euros- el argentino de 36 años entrenaría por fin en la liga española después de que hace seis años estuviera a punto de hacerlo en el Almería. El técnico cuenta hasta el momento con 209 partidos dirigidos en Primera repartidos entre los seis equipos por donde pasó en Argentina, Ecuador y Colombia.