vitoria - Puede que el Glorioso sea un club pequeño y modesto, con pretensiones humildes y alejadas del ruido de los grandes colosos de la liga, pero en el asunto del hotel elegido para concentrarse y descansar el día previo a la final y esta misma noche ha tirado la casa por la ventana. La entidad albiazul ha elegido como cuartel general el emblemático hotel Puerta América, un cinco estrellas gran lujo situado en pleno centro de la capital, en la Avenida que lleva su mismo nombre. Sin lugar a dudas se trata de una obra de arte de 17 alturas diseñada ex profeso y de manera individual por otros tantos arquitectos y diseñadores de prestigio internacional como Jean Nouvel, Arata Isozaki, Javier Mariscal, Norman Foster, Victorio&Lucchino, Zara Hadid, Ron Arad o Teresa Sapey, en su día cautivados por el influjo y la minuta del promotor que en 2003 impulsó este revolucionario proyecto, el vitoriano Antón Iráculis, presidente entonces de la cadena hotelera Silken, hoy ya en manos de diversos fondos de inversión y entidades bancarias a causa de los graves problemas económicos de esta compañía alavesa, en cuyo portfolio destacaban otras singulares estancias como el Gran Domine de Bilbao, el Al Alandalus de Sevilla o el Ciudad de Vitoria.
Sea como fuere, en la espectacular estancia de la Avenida América ha descansado esta noche el equipo, que llegó ayer a última hora de la noche a la capital procedente de Foronda, y lo hará hoy salvo cambio de última hora. Más allá de la singularidad de sus habitaciones - auténticas obras de arte todas ellas-, la búsqueda de la normalidad ha vuelto a ser la seña de identidad impuesta por Mauricio Pellegrino, obsesionado porque el “marco” de la final, es decir, toda la parafernalia que rodea al equipo, no terminé por descentrar a los jugadores. Así que ayer tocó el baile de siempre con las mismas parejas de compañeros (Ibai con Llorente, Torres con Edgar, Manu García con Toquero, Ortolá con Kiko Femenía, Theo con Vigaray, Feddal con Santos, Camarasa con Deyverson...), los mismos horarios y rutinas y la misma alimentación antes de que a media tarde, después de la siesta y la merienda, el técnico argentino ofrezca la última charla previa al partido, donde previsiblemente dará a conocer el once de la final. A partir de ahí, tantos rituales y momentos para la concentración como jugadores conforman la convocatoria. Y al filo de las 19.30, en comitiva especial, rumbo al Vicente Calderón.