Vitoria- Aunque las especiales circunstancias obliguen a guardar cierta cautela, las cartas de Pellegrino ya están echadas. El once que el sábado pondrá en liza ante el Barça ya está en su cabeza y salvo causa mayor no lo moverá. Para salir de dudas habrá que esperar a unas horas antes del partido, cuando el técnico argentino ofrezca a sus jugadores las últimas pinceladas de cara a la final y les comunique la noticia. Hasta entonces, como se ha podido ver estos días, trabajo muy suave, casi al ralentí, para soltar músculos, aliviar tensiones y mantener una relación casi vital con el césped por parte de los jugadores. Nada de juegos de presión o espacios reducidos. El pasado martes, sin ir más lejos, Pellegrino tuvo que rebajar la intensidad del entrenamiento de Ibaia porque sus jugadores estaban demasiado enchufados. “Iban a mil”, reconoció en Onda Cero. Demasiado metidos en un partido histórico que, a buen seguro para la gran mayoría, no volverá a suceder. Lo apuntó ayer en este sentido en una entrevista en ETB-2 un viejo zorro del alavesismo como Mané, que conminó a la actual plantilla a vivir esta final como si fuera la última. “Al Barcelona hay que tratarle de tú, sin respeto. Si no ocurre así, ya vas a salir derrotado del vestuario”, señaló el técnico de Balmaseda con una clara intencionalidad histórica. Y es que si en los 70, en un partido de Copa ante el Barça en Mendizorroza, Johan Cruyff le espetó a un jovencísimo Valdano que a él un veinteañero como el argentino le trataba de usted, décadas después no hay ni rastro de semejante.
theo, ausente por catarro Sea como fuere, no será hasta hoy en Ibaia, en sesión a puerta cerrada, cuando Pellegrino terminé de insinuar a sus jugadores qué once pondrá en juego en el Calderón. Eso ocurrirá por la mañana, donde previsiblemente esté Theo, que ayer se ausentó por un catarro. Después, vida normal en sus respectivos domicilios hasta la media tarde, cuando se concentrarán en un hotel de la capital donde cenarán antes de volar desde Foronda en vuelo chárter a las 21.30 y donde horas antes, a eso de las 19.30, serán despedidos como héroes por parte de un alavesismo que se concentrará en las inmediaciones y que ya vela armas.