Vitoria - Fue el propio Mauricio Pellegrino, ya en rueda de prensa, el encargado de explicar la bonita iniciativa que jugadores y cuerpo técnico quisieron tener al final del partido con su afición. Un gesto de agradecimiento por tanto aliento que ayer, al contrario que en otra ocasiones, cosió a todos y cada uno de los alavesistas congregados en Mendi a su asiento. Ayer no había prisa y el detalle merecía la pena. “La afición nos ha empujado muchísimo toda la temporada y los jugadores han recibido ese aliento”, señaló El Flaco con su mesura habitual, tratando de controlar la emoción de lo ocurrido minutos antes en el césped. El pitido final por parte de Munuera Montero marcó el inicio de la fiesta. Poco a poco, los jugadores que habían terminado sobre el campo y los que no habían sido convocados fueron concentrándose en torno a una piña en el círculo central. Un vídeo de apenas dos minutos con algunos de los mejores goles del equipo elevaron la temperatura del personal, que para entonces ya había desplegado en la Grada de Animación pancartas con cierto punto de revancha. “ A los que decían que no llegaríamos a otra final. Aquí estamos otra vez” o “Gracias por este sueño; lo mejor está por llegar”. Cogió entonces Manu García el micrófono y terminó por alentar al alavesismo de cara a la final del día 27. “Cuando estemos mal acordaros de dónde venimos; Vamos a ir a Madrid a darla todo, a pelear ¡y a por la Copa!”. Y Mendi estalló. El equipo agradeció su apoyo con un gigantesco Eskerrik Asko y regaló después una simbólica vuelta de honor a todo el estadio donde repartió balones a los aficionados.
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