La simple imagen del banquillo del Deportivo Alavés, con un efusivo Mauricio Pellegrino a la cabeza, celebrando la serie de tres goles consecutivos de una serie de jugadores que no han disfrutado de muchas oportunidades esta temporada y que ayer se convirtieron en protagonistas de la victoria en el Benito Villamarín habla bien a las claras de que la palabra equipo supera ampliamente el concepto de su propia definición cuando la misma se refiere a este Glorioso. La realidad señalaba que poco o nada había en juego, pero la alegría desde la banda albiazul no podía ser más genuina. La sensacional temporada ha tenido unas caras bien visibles que serán eternamente recordadas, pero futbolistas que han tenido un papel más gris han sido piezas fundamentales y de su sensacional rendimiento ayer se alegró todo el vestuario, empezando por el entrenador que les dio confianza para regalarse semejante y merecida alegría.

Como cabía esperar y ya había sido anunciado por el propio Pellegrino, las rotaciones fueron masivas y del pasado jueves solo repitieron en la titularidad Ely y Feddal, ya que el técnico argentino decidió dar relevo incluso a Pacheco dando entrada bajo palos a Ortolá. Excelente forma de premiar el trabajo de toda su plantilla a lo largo de la temporada y también una forma adecuada de mantener a los jugadores en tensión competitiva para poder preparar la final copera con garantías.

Optó el preparador de Leones por un dibujo 5-4-1, recuperando la línea de tres centrales (Alexis, Ely y Feddal), dejando los laterales largos (Vigaray y Raúl García) y un centro del campo muy poblado con dos pivotes (Torres y Krsticic) y dos teóricos extremos que actuaron mucho como interiores (Romero y Sobrino) justo por detrás de Santos.

A pesar de semejante cantidad de novedades, el Alavés evidenció desde el principio que las ideas son claras independientemente de los nombres que se encuentren sobre el césped. Seguridad, orden, compromiso y esfuerzo son valores inamovibles en este equipo juegue quien juegue. En el estilo, la presencia de Ortolá bajo palos propició que el balón se jugase mucho más desde atrás, mientras que Sobrino y Romero jugaron en posiciones mucho más centradas que los extremos habituales. Así, la presión en zonas adelantadas propició un par de recuperaciones peligrosas.

Se encontraba muy cómodo el cuadro albiazul cuando se encontró con la mala suerte en contra. Un rechace de falta cazado en la frontal por Rubén Pardo y un derechazo del centrocampista que tocó en Feddal para desviarse lo suficiente como para hacer que la estirada de Ortolá no fuese efectiva y poner el 1-0 a los doce minutos de juego.

No había hecho absolutamente nada el Betis, pero estaba en situación de ventaja. Replicó El Glorioso con una ocasión de Sobrino antes de que el duelo se metiese de lleno el la refriega con los verdiblancos cortando el juego vitoriano con faltas constantes y los albiazules acumulando amarillas en serie. Pasada la media hora, de nuevo Sobrino echó fuera su remate con todo a favor en el mano a mano con Adán; mientras que acto seguido Castro remataba al palo con el partido ganando en alegría de nuevo. Y ahí se sintieron cómodos los alavesistas, que buscaron la ofensiva con insistencia y se presentaron en el área generando peligro aunque sin llegar a conectar un buen golpe antes del descanso.

un martillo pilón La puntería que le faltó al Alavés en la primera parte la encontró nada más arrancar la segunda. Se enredó el Betis sacando el balón desde atrás y Krsticic no dudó a la hora de sacar a relucir su precisa zurda desde la frontal para empatar cuando apenas se habían consumido tres minutos de juego. Cinco después -poco antes Ortolá había salvado el 2-1- era Sobrino el que remachaba un centro desde la derecha de Vigaray para darle la vuelta al marcador. Para rematar la faena con una defensa verdiblanca propia de la Feria que encendió su alumbrado el sábado, el lateral derecho madrileño consiguió de nuevo generarse una ventaja y su servicio lo remachó Santos ejerciendo de nueve solo cinco minutos después.

Ese torrente goleador arrasó a un Betis que ya no fue capaz de levantarse. Con el Benito Villamarín evidenciando un serio enfado con su equipo después de una temporada desesperante, el conjunto vitoriano echó mano de oficio y seriedad para amarrar la victoria aderezada por un genial tanto de Katai en el descuento y protagonizada por los menos habituales, que no por ello son menos importantes.

Diferente, pero serio. Pellegrino optó ayer por otorgar la titularidad a los futbolistas que menos minutos vienen acumulando a lo largo del presente curso y, pese al gran número de cambios, el equipo respondió a la perfección con su seriedad y trabajo habitual, a lo que se unió acierto de cara al gol.

Diez minutos letales. El cuadro albiazul no estuvo acertado en la primera parte, pero en el arranque del segundo acto le dio la vuelta al marcador en diez minutos letales, del 48 al 58, en los que encadenó tres goles consecutivos (Krsticic, Sobrino y Santos) para dejar resuelta una victoria que sellaría Katai en el descuento con el cuarto tanto.

Un equipo aceitado. Pellegrino suele recurrir mucho al término ‘aceitado’ para referirse a al estado de compenetración de otros equipos y el técnico argentino evidenció ayer que su Alavés está a la cabeza en este sentido. Con una alineación en la que estaban los futbolistas menos habituales, el cuadro albiazul estuvo serio durante los noventa minutos y en la segunda parte machacó al Betis.

El serbio firmó un partido muy sólido en el centro del campo, donde al trabajo de desgaste unió toques de enorme calidad. Por ejemplo, su zurdazo en el gol del empate.

Abandonó el terreno de juego muy enfadado cuando Pellegrino decidió relevarle y es lógico que no estuviese contento con su bajo rendimiento en las últimas comparecencias.

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1-0, minuto 12: Pardo. Balón rechazado a la frontal tras una falta y el centrocampista empalma desde la frontal y disparo que desvía Feddal y lo hace imparable para Ortolá.

1-1, minuto 48: Krsticic. Fallo en la salida del Betis, recuperación del serbio que saca un disparo desde la frontal al que no llega Adán. 1-2, minuto 53: Sobrino. Rompe Vigaray en velocidad por la derecha y su servicio lo remata en el área pequeña Sobrino con la izquierda. 1-3, minuto 58: Santos. Vigaray gana ventaja de nuevo por la derecha y Santos ejerce de ‘nueve’ para sacar un remate perfecto con la zurda lanzándose al césped por delante del central. 1-4, minuto 94: Katai. Gran carrera del serbio por el costado izquierdo para definir con absoluta tranquilidad ante la podería de Adán.

Amonestó a Alexis (minuto 19), Romero (minuto 21), Torres (minuto 23), Krsticic (minuto 81), Alegría (minuto 88) y Edgar (minuto 93).

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